Los bancos abogan por una transición política tranquila
Los bancos confían en que la transición política sea tranquila. Pero el cambio de signo del Gobierno y el posible nombramiento de Miguel Sebastián, ex director del servicio de estudios del BBVA, como ministro de Economía encendieron ayer las alarmas en el banco que preside Francisco González. No en vano, González optará a su renovación en 2005. Las cajas, por su parte, reclaman un periodo de tranquilidad sin sobresaltos normativos y admiten que la sombra del intervencionismo político no desaparece.
El BBVA intentaba ayer quitar hierro a los efectos que puede tener para la entidad el giro político del Ejecutivo, lo mismo que el resto de los bancos, que esperan una transición tranquila. A pesar de ello, el mercado se preguntaba sobre el futuro que aguarda a González, nombrado por el hasta ahora Ministro de Economía, Rodrigo Rato, presidente de Argentaria en 1996 cuando el máximo accionista de este grupo financiero era aún el Gobierno. Pero a esta pregunta, que puede entenderse contestada por el próximo presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ayer en la Cadena SER al declarar que 'quiero que el futuro Gobierno no tenga intervención en el ámbito económico de las empresas', se añadía otra incógnita: qué pasará si Sebastián es el futuro responsable de Economía. No en vano, el mercado recordaba las diferencias entre Sebastián y González, que desembocaron en la salida del primero del BBVA. De hecho, la acción del banco sufrió más que la de su rival, el SCH, el giro del Gobierno, al caer el 5,02%.
Francisco González concluirá a finales de este año su mandato como presidente, pero puede ser propuesto para su reelección en la junta de 2005 por otros cinco años más, según se fijó en los pactos de fusión. Al término de ese periodo, González tendrá 65 años, edad fijada como límite para el cargo de presidente en el BBVA.
Pero mientras se despejan las quinielas sobre el sucesor de Rato, el sector financiero prefiere apostar por el comisario europeo Pedro Solbes más que por Sebastián, según fuentes sindicales y de algún que otro financiero.
Las cajas, por su parte, han recibido también con sorpresa el inesperado cambio de Ejecutivo. La actitud inicial es expectante, aunque a priori no esperan grandes cambios ya que en el programa del PSOE no figuraba ninguna propuesta estrella sobre este sector. La única mención se refiere a la creación de un consejo estatal de supervisión de las inversiones culturales de las cajas de ahorros con el fin de garantizar 'el buen uso de su fin social y cultural'. Al margen de ello, la principal preocupación que tienen las cajas es que les dejen un periodo de tranquilidad después del acoso normativo al que le ha sometido el PP en los últimos dos años, según todos los altos cargos consultados.
'Que se tranquilicen las cosas y que dejen que las cajas hagan su papel, ahora que están reforzando más su vertiente social', apunta un alto directivo de una caja de ámbito nacional. 'Ya está bien de normas y las que haya en el futuro que sirvan para reforzar el carácter jurídico especial de las cajas', señala el director de una entidad regional.
La sombra del intervencionismo político planea, sin embargo, sobre eventuales cambios. 'Puede haber un baile de sillas a medio plazo', dice un director general que ha sufrido el impacto de los vaivenes políticos de los consejos. Pero, apunta otro alto ejecutivo, 'sería una barbaridad provocar cambios en las presidencias'. La reelección del presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa, está prevista para 2007. En Caja Madrid, Miguel Blesa no renovará hasta 2009, salvo que un vuelco en el signo político del consejo en 2006 adelante su salida, apuntan fuentes financieras.
Economía renovará en julio el consejo del Banco de España
Una de las primeras renovaciones a las que tendrá que atender el nuevo ministro de Economía socialista será la del consejo del Banco de España, que debe renovar a más de la mitad de sus vocales no natos antes de julio. En ese mes Joaquín Muns y Eduardo Bueno someterán su cargo a renovación al haberse cumplido el mandato se seis años por los que fueron elegidos. Pero sólo Bueno podría seguir por otros seis años, ya que Muns cumplirá 70 años el 25 de junio de 2005, edad límite para permanecer como consejero en esta institución.Pero ya desde el pasado 6 de marzo, el Banco de España cuenta con un consejero no ejecutivo menos, Jaime Requeijo, que dejó su cargo tras cumplir 70 años, y no ha sido sustituido. A ellos se puede unir en su salida el consejero ejecutivo José Manuel González-Páramo, candidato a consejero del Banco Central Europeo (BCE) en sustitución de Eugenio Domingo Solans.Los consejeros del Banco de España son nombrados por el Gobierno, a propuesta de Economía, por seis años, renovable por otro mandato. Lo habitual es que antes de ser nombrados, los candidatos sean propuestos por los dos partidos mayoritarios (PSOE y PP). El gobernador Jaime Caruana y el subgobernador Gonzalo Gil finalizan sus mandatos en 2006, sin posibilidad de reelección.