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Vuelco electoral

El PSOE rechaza intervenir en el 'ámbito ecónomico de las empresas privadas'

La victoria del PSOE en las elecciones generales del domingo dio ayer paso a una riada de comentarios sobre el futuro de los primeros ejecutivos de las antiguas empresas públicas privatizadas durante el mandato del Partido Popular. Para despejar dudas, José Luis Rodríguez Zapatero lanzó un mensaje claro: no es partidario de que el Gobierno intervenga en la economía.

¿Es posible pensar que el cambio tranquilo anunciado por José Luis Rodríguez Zapatero, tras la victoria electoral del PSOE del pasado domingo, incluya, de forma directa o indirecta, cambios en la primera línea de gestión de las ex empresas públicas privatizadas? La pregunta corrió ayer de boca en boca de analistas, asesores y empleados de empresas como Telefónica, Repsol, Endesa, Iberia, BBVA, Altadis, Aldeasa o Indra.

Las respuestas que circulaban en estos círculos eran de signo muy variado. Fuentes de una de las mayores empresas públicas privatizadas negaban cualquier posibilidad en este sentido, y recordaban 'la condición plena de compañía privada' y, por tanto, la imposibilidad de cualquier margen de maniobra del nuevo Ejecutivo socialista para intervenir directamente y propiciar un cambio en la cúpula.

'Las nuevas normas de gobierno corporativo y transparencia de la gestión harían de muy difícil explicación a los accionistas internacionales un intervencionismo de ese calado', argumentaban esas fuentes.

Un ex alto ejecutivo de una gran empresa no descarta cambios a medio plazo

Las nuevas normas de buen gobierno 'evitan ahora una intervención pública'

Un ex alto ejecutivo de una gran empresa española, sin embargo, afirmaba en declaraciones a la agencia Reuters: 'El nuevo Gobierno hará cambios en la alta dirección de las grandes empresas españolas, pero no inmediatamente'. Y seguía, según la agencia británica: 'Los propios consejos de estas compañías podrían sugerir algún cambio'.

José Luis Rodríguez Zapatero, en declaraciones efectuadas a la Cadena SER, terció en el debate. Tras defender un cambio de talante respecto al mostrado hasta ahora por el Gobierno de José María Aznar en este ámbito, dijo: 'Quiero que el futuro Ejecutivo no tenga intervención en el ámbito económico de las empresas privadas'.

A pesar de ello, varios analistas consultados recordaban las declaraciones de uno de su más estrechos colaboradores, Jordi Sevilla. El responsable de política económica socialista aseguraba, hace tan sólo unos meses, que 'cuando el PSOE llegue al poder no se va a encontrar con presidentes de empresas privatizadas que estén ahí porque lo hayan decidido sus accionistas, sino con personas bien relacionadas con el Gobierno del PP'.

'Para profesionalizar la dirección de empresas tan importantes sería razonable', continuaba, 'que ellos pusieran su cargo a disposición de los respectivos consejos de administración y abandonaran sus puestos una vez que haya perdido el poder el partido que les nombró'.

La sombra de duda que se proyecta sobre los futuros equipos gestores de estas empresas se unió a las restantes inquietudes que planean sobre los mercados de valores y provocaron, en línea con el mercado, descensos de sus títulos.

Con Madrid cayendo un 4,15%, las acciones de Telefónica perdieron un 4,6%; las de BBVA, un 5,02%; las de Endesa, un 6,8%; las de Repsol, un 2%; las de Altadis, un 2,46%; las de Indra, un 5,82%; las de Aldeasa, un 4,81% y las de Iberia, un 5,88%.

Izar y RTVE, las asignaturas pendientes de la SEPI

El vuelco electoral del domingo dejará una tremenda herencia encima de la mesa del futuro presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), del sucesor de Ignacio Ruiz-Jarabo. Casi con carácter inmediato deberá enfrentarse con el duro conflicto que se vive en los astilleros públicos por la negociación del convenio colectivo y con las negociaciones en marcha con los sindicatos del ente público Radio Televisión Española (RTVE) para negociar un acuerdo laboral que permita a la televisión pública aligerar su nómina a través de un expediente de regulación de empleo.Es demasiado pronto para avanzar las posiciones con las que llegarán al ente los futuros nuevos gestores. Pero Zapatero dio una pista en la Cadena SER sobre cuál será su modelo de funcionamiento de la televisión y radio estatal. El secretario general del PSOE reiteró su promesa electoral de constituir un 'consejo de reforma', integrado por expertos independientes, que elabore, desarrolle y presente al Gobierno, para su traslado al Parlamento, una propuesta de cambio en el modelo de la televisión pública.Mientras tanto y hasta que ese informe esté disponible se nombrará un director general 'provisional' y de 'carácter independiente'. 'Se tiene que acabar con la era de la televisión de partido, y se va a acabar.Tengo el compromiso de encargar a un consejo de asesores que trabajen libremente en elaborar una propuesta para que haya medios públicos al servicio de la ciudadanía, y la llevaré a la Cámara para que se apruebe', dijo Rodríguez Zapatero. En todo caso, ayer mismo se especulaba con la posibilidad de que los representantes socialistas en el consejo de administración de RTVE promovieran una petición formal de dimisión inmediata del responsable de los servicios informativos del ente público, Alfredo Urdaci. Lo que si se pedirá en el consejo del próximo jueves serán explicaciones sobre la cobertura informativa de los atentados del pasado 11 de marzo.

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