Vuelven los aumentos de sueldo a la cúpula de las empresas
Las vacas flacas están enterradas. Al menos, por lo que se refiere a las compensaciones de altos ejecutivos de empresas americanas. Por lo que se ha informado a la SEC, el pasado ha sido un año en el que se ha detenido y dado la vuelta a la tendencia de rebaja de las compensaciones registrada en 2001 y, sobre todo, en 2002.
De acuerdo con el análisis preliminar de la consultora especializada Watson Wyatt Worldwide, que ha estudiado lo los primeros 57 informes de compañías presentados ante el regulador a este respecto, se deduce que los salarios han aumentado el 8,3% (hasta una media de 818.000 dólares), los bonus anuales un 13%, y gracias a una Bolsa al alza, el valor medio de las opciones sobre acciones que podían ejecutarse se incrementó un 53%.
No obstante, según esta consultora, esta última e importante fuente de retribución no durará mucho. Independientemente de que muchas empresas ya hayan decidido no usarlas o disminuir este tipo de retribuciones, por la caída del mercado o la decisión voluntaria de considerarlas un coste, hay un factor regulatorio clave. 'La proximidad de la obligatoriedad de contabilizar como coste las opciones sobre acciones puede disuadir a las empresas de su utilización', explica el estudio de Watson. Se espera que la FASB, que dictamina sobre contabilidad en EE UU, presente a fin de mes una propuesta con este fin y que esta vez, salga adelante y no se vea detenida por algún lobby como en el pasado.
El pasado puede haber sido el último gran año de las opciones sobre acciones, pues la FASB acelera una reforma para obligar a que se contabilice como coste
Hasta que llegue la nueva contabilidad, se vuelve al mundo previo a la crisis en el que tanto se criticaron los excesos. Las empresas justifican estas subidas en distintas variables que miden el éxito de los gestores.
La semana pasada, y por tanto fuera del análisis de Watson Wyatt, se informó que Miles White, de Abbot Laboratories, fue compensado en 2003 con 3,4 millones de dólares, un 20% más. Dicen en la empresa que se le reconoce así el 11,3% de mejora en las ventas, el 16% de avance en el valor y los beneficios que, sin embargo, cayeron ligeramente. Stanley O'Neal, presidente y consejero delegado de Merrill Lynch, prácticamente duplicó su compensación en 2003 para ganar 28,14 millones de dólares entre salario, bonus y acciones restringidas, todo ello por un aplaudido beneficio anual. Su salario base de medio millón no se ha alterado en los dos últimos años.
Otras entidades financieras han sido también generosas. Henry Paulson de Goldman Sachs se ha embolsado 21,4 millones, el doble que en 2002, y Richard Fuld de Lehman Brothers 19,8%, un 58% más por liderar una entidad cuyo beneficio ha avanzado un 75%.
Estas cifras daban argumentos al presidente de Berkshire Hathaway, Warren Buffett, quien ha puesto el grito en el cielo, a través de su carta anual a los accionistas, por las extravagancias a la que llegan estas compensaciones. Máxime cuando algunas de las variables que se miden para justificar estos aumentos son poco convincentes. Desde SBC Communications se argumenta que un buen año desde el punto de vista operativo permite que su presidente y consejero delegado, Edward Whitacre, ganara 19,5 millones de dólares en 2003. Y eso mientras que en Bolsa cayó un 4% y 4.000 personas perdieron su trabajo.
Esto ocurre cuando se han reforzado cautelas para que los consejos no hagan gala de generosidad injustificada. También coincide con un momento en el que los accionistas están a punto de conseguir algo de voz gracias a una nueva regla que se discute en la SEC y les permitiría proponer cambios y candidatos en los consejos y la dirección de las empresas.