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Empleo

Cataluña pierde empleo industrial a igual ritmo que el año pasado

Los cierres de fábricas anunciados en Cataluña supondrán la destrucción de 2.674 puestos de trabajo en los próximos meses. Esta cifra supone mantener el ritmo de destrucción de 8.276 empleos registrado en el sector industrial durante el último año, que además contabilizó una caída de la inversión extranjera del 40,6% entre enero y junio de 2003.

Los 13 cierres de factorías y expedientes de regulación planteados en Cataluña durante 2003 por multinacionales y compañías españolas que cotizan en Bolsa tendrán como consecuencia la eliminación de 2.674 puestos de trabajo en el sector manufacturero en los próximos meses. La situación planteada supone mantener el ritmo de reducción de 8.276 trabajadores afiliados a la Seguridad Social detectado en esta comunidad entre enero pasado y el mismo mes de 2003.

Además, la inversión extranjera contabilizada en Cataluña en el primer semestre del año pasado cayó un 40,6%, hasta 851 millones de euros, según datos de la Generalitat. Por si fuera poco, la producción industrial se redujo un 0,3%.

Este panorama sombrío se explica en buena parte por el exceso de producción instalado en Europa combinado con la pérdida de competitividad de las factorías españolas. Casos como el de Fisipe, Guarro Casas, Reno de Medici (el grupo italiano ha dilatado el cierre de la factoría de El Prat a 2006), Domar, Novalux y Altadis (ver cuadro) ejemplifican la decisión de las multinacionales de cerrar sendas factorías que pertenecen a sectores maduros y están lejos de los centros de decisión.

Sólo las inversiones de producto de Sony, Sharp y Honda compensan la situación creada

Las deslocalizaciones anunciadas de Samsung, Galler y Autotex a países de Europa del Este y asiáticos agravan el problema de la pérdida de competitividad, 'no por el coste de la mano de obra, sino por cuestiones externas, como la necesidad de llegar cada vez más rápido al cliente, la carencia de centros integrados de investigación y desarrollo de producto en las fábricas y la capacidad de gestión de compras', señaló un responsable de una filial de un fabricante de electrónica de consumo. Añadió que el coste de la mano de obra supone un 20% del precio final de una televisión en España, porcentaje que se puede relativizar aumentando la eficiencia de la cadena de suministro. La importancia del nivel de calidad de la red de proveedores 'es primordial para justificar la permanencia de una factoría', señalaron otras fuentes.

Con todo, esta situación de crisis se matiza con la decisión de Sony, Sharp y Honda de apostar por la fabricación de nuevas generaciones de productos en sus respectivas factorías catalanas, y la inversión de 200 millones de euros anunciada recientemente por Dow Chemical en la petroquímica de Tarragona.

Hewlett-Packard prevé crear 155 empleos en un centro de monitorización instalado en la planta de Sant Cugat (Barcelona), que hace cuatro años fabricaba impresoras. Esta producción se trasladó entonces a Singapur, transformándose la factoría en un centro de ingeniería. En estos últimos casos la diferencia estriba en que estas fábricas cuentan con centros de investigación de producto. Precisamente, Alstom decidió instalar un departamento de investigación de tecnología de trenes de alta velocidad en la factoría de Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), inversión que aún no se ha materializado.

Electrónica y automoción son prioritarios

Los sectores de electrónica y automoción son los prioritarios. La Generalitat, las patronales y los sindicatos catalanes firmaron en febrero pasado un pacto para aumentar la competitividad de las empresas ubicadas en el territorio. El pacto incluye la creación de tres mesas para la industria de electrónica de consumo, automóvil y textil. La Administración catalana se ha encontrado con un aluvión de expedientes y de regulación y cierres durante el último ejercicio.También el Gobierno central ha previsto desarrollar líneas de ayuda para el sector de electrónica y evitar deslocalizaciones como la realizada por Samsung. Por su parte, expertos economistas han señalado la necesidad de cambiar el marco laboral, con el objetivo de encontrar un tipo de contrato eventual pactado con los agentes sociales que pudiera suponer un nivel de hasta un 12% de trabajo flexible.Las mismas fuentes indicaron que hace falta una apuesta decidida para promocionar un sector desde las Administraciones. En este sentido, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han impulsado la entidad Barcelona Aeronáutica y del espacio (Baie). Este sector, desaparecido en Cataluña, ha resurgido, consiguiendo una facturación de 106 millones de euros el año pasado, gracias a la participación de sus 55 empresas asociadas en el proyecto europeo de Airbus (A-380). Baie ha conseguido representar el 5% de la producción española del sector.

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