Los inversores se vuelcan en los bonos por temor a nuevos ataques
El precio de los bonos de referencia en Europa y EE UU se disparó ayer tras los ataques terroristas. Los mercados se preparan para abrir hoy con el pánico que provoca el hecho de que Al Qaeda ha conseguido golpear de lleno en el corazón de España. Tras conocerse la participación de los terroristas de Osama Bin Laden, el precio de los bonos de EE UU con vencimiento a 10 años subió un 1,5%.
La deuda pública es un refugio tradicional en tiempos de crisis, los inversores comprenden que los Gobiernos siempre tendrán más posibilidades que las empresas de hacer frente a sus obligaciones y corren a refugiar su dinero en los títulos estatales.
La implicación de la organización terrorista Al Qaeda cambió vertiginosamente el ritmo de los mercados. De hecho, el precio de los bonos había empezado a a caer en EE UU tras los primeros momentos de pánico. La estabilidad cedió a la preocupación cuando el ministro de Interior, Ángel Acebes, admitió la posibilidad de la participación de los terroristas islámicos. Poco después, llegaba la reinvidación de Al Qaeda a un diario árabe con sede en Londres. Los inversores no olvidan que EE UU es objetivo número uno del terrorismo internacional.
El precio del bono y el rendimiento que ofrecen estos títulos discurren por trayectorias opuestas. A mayor precio, menos rendimiento es necesario ofrecer para atraer a los inversores. Así, el rendimiento del bono español llegó a caer hasta el 3,98%, lo que representa el nivel más bajo desde julio del año pasado. Los bonos, no obstante, ya arrastraban una senda descendente, motivada por el hecho de que el horizonte de subida de los tipos de interés se aleja de momento de los mercados europeos.
El movimiento fue simultáneo en todos los grandes títulos. Así, el interés de los bonos franceses abrió directamente a la baja y cayó 0,039 puntos porcentuales hasta situarse en el 3,9%. En Reino Unido, la situación fue idéntica. Los títulos con vencimiento a 10 años cayeron cuatro puntos porcentuales, hasta el peor nivel desde octubre. La preocupación en Londres no era en vano. El Gobierno de Tony Blair fue el aliado más visible en la ofensiva liderada por la Administración Bush con el objetivo de derrocar el régimen de Sadam Husein en Irak.