Colapso en las líneas telefónicas por la subida exponencial de las llamadas
La avalancha de llamadas que se produjo ayer a raíz de los atentados perpetrados en Madrid originó un gran caos en las comunicaciones. Sólo las llamadas al servicio de emergencia 112 aumentaron un 150.000% desde las ocho de la mañana hasta las 13.00 horas.
En las inmediaciones de la estación de Atocha, los móviles dejaron prácticamente de funcionar debido a un espectacular aumento de las llamadas de fijos a fijos hasta de un 400% y de fijo a móvil hasta de un 725% por la preocupación de los ciudadanos que querían conocer el estado de sus familiares y amigos.
Telefónica descartó el riesgo de una posible caída de la red y garantizó 'la continuidad de la misma durante la jornada'. Ello no evitó, sin embargo, que a lo largo del día hubiera problemas puntuales de comunicación en la Comunidad de Madrid.
Para evitar mayores complicaciones, Telefónica pidió a los ciudadanos 'limitar el uso de las llamadas y sustituirlas por SMS, ya que éstos usan otra señalización'.
Móviles, Vodafone y Amena reforzaron su red en las zonas más afectadas y suspendieron servicios accesorios. La filial de Telefónica, por ejemplo, instaló dos nuevas unidades móviles en la Estación de Atocha, amplió la capacidad de sus infraestructuras junto a los hospitales de Madrid y dispuso otra unidad extra en Ifema, lugar que acogió a las víctimas.
La compañía presidida por César Alierta habilitó varios números de información sobre los atentados y para uno de ellos recurrió a su filial Atento, que amplió su plantilla hasta 100 trabajadores en la zona de Getafe, desde los 15 que tiene.
El colapso telefónico no sólo afectó a las áreas más próximas a los atentados, sino que originó complicaciones de conexión en el resto de las zonas de Madrid. De ahí, que Vodafone desviara la capacidad de cobertura de otras zonas hacia Atocha y pusiera una veintena de terminales de prepago en los hospitales.
Los ciudadanos de Madrid no sólo tuvieron problemas para utilizar sus móviles. También encontraron dificultad para acceder a Internet, ya que la Red sufrió su propio colapso. Las tasas de consultas a Internet se multiplicaron por ocho tras la masacre, según el Observatorio Español de Internet.
Los canales de chat temáticos que operan en el territorio también concentraron numerosas visitas, especialmente el Canal Madrid, que llegó a tener hasta medio millar de internautas conectados, cuando el promedio es de entre 80 y 100 usuarios. El tráfico de la red sufrió un incremento bastante fuerte, especialmente en las web de determinados medios de información digital, provocando retrasos en la navegación.