La 'Casa de humo', de Javier Vallhonrat
Javier Vallhonrat (Madrid, 1953) reflexiona sobre los conceptos de la ambigüedad y la duda en la muestra Casa de humo, inaugurada ayer en la Fundación Telefónica (Fuencarral, 3. Madrid). Es un proyecto específico para las dos salas expositivas que lo acogen, en el que el autor, Premio Nacional de Fotografía en 1995, ha trabajado durante un año.
Casa de humo se estructura en torno a combinaciones pareadas de vídeos y fotografías extraídas de ellos. La muestra, abierta hasta el 25 de abril de 2004, se divide en cuatro subproyectos: Vuelvo a ti, Gabriel, Casa de humo y Rooming in. Cuatro videoinstalaciones, compuestas por dos proyecciones simultáneas, y cuatro series fotográficas, que dialogan entre si, aunque de forma paradójica, porque quedan huecos por cubrir, 'los espacios de las dudas', matizó Vallhonrat.
El artista vuelve a abordar el movimiento físico. Se sirve de él en las videoinstalaciones para desarrollar los conceptos de espontáneo y lo previsto, la anticipación y la frustración. El crítico George Stolz, autor del prólogo del catálogo, establece una conexión entre el actual proyecto y ETH, en el que Vallhonrat fotografió puentes, como referencia visual a la oscilación.
En Gabriel, uno de los dos vídeos muestra un vaso de leche caído, rodando adelante y atrás. En el muro de enfrente, la cámara va de la imagen de un niño infeliz a la de un hombre desaseado que duerme en un sofá, y que evoca una ausencia.
En Vengo a ti, un vídeo muestra el movimiento del humo blanco, mientras que su pareja muestra el intento de un par de manos de aprender unos pasos de baile.
En Rooming in, una de las proyecciones muestra a dos niños jugando a elaborar un lenguaje y enfrente, la mano de un adulto se empeña en colocar pequeños muebles de juguetes en una disposición que sea de su agrado.
Casa de humo, la serie que da nombre a la exposición, muestra en uno de los vídeos la maqueta de una casa de cartón en llamas, mientras que en la otra pantalla un hombre no para de caminar.
A través de la experiencia de Casa de humo el visitante se relaciona con el objeto artístico a través de una 'temperatura emocional', ya que el objetivo último para su autor es conmover.
Javier Vallhonrat conjuga en su trabajo experimentación, investigación del medio y sensibilidad creadora. Su obra se ha expuesto, entre otros lugares, en Fráncfort, Londres y París.