El CERN cumple 50 años de investigación para la industria
Internet, tal y como la conocemos hoy en día, no sería posible sin inventos como la world wide web, las célebres www que debemos teclear cada vez que navegamos por la red. Este sistema, ideado por Tim Berners-Lee, un investigador del CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear), fue la base de la popularización de la red de redes, que hasta entonces no había salido de las aplicaciones militares y el entorno universitario de Estados Unidos, donde había tenido su origen.
El CERN, cuya instalación más conocida es un laboratorio subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia situado entre Suiza y Francia, celebra este año el 50 aniversario de su fundación. El lanzamiento, esta semana, por el servicio de correos suizo de un sello conmemorativo dedicado a la institución ha marcado el comienzo de las celebraciones en Europa. El centro es hoy un modelo de colaboración científica internacional. Fundado en 1954 por 12 países europeos, el CERN contribuyó a la reconciliación definitiva entre los países de un continente devastado por dos guerras mundiales.
España se adhirió al CERN en 1962, si bien abandonó el proyecto en 1968, para reincorporarse definitivamente en 1983. Actualmente son 20 los miembros que lo componen y en sus distintos proyectos trabajan 6.500 científicos (incluidos premios Nobel) de 500 universidades distintas que representan a 90 naciones.
El laboratorio trabaja en el despliegue de la superred 'grid', que tendrá, entre otros usos, aplicación en el ámbito espacial, el aeronáutico y el sísmico
El primer gran éxito del CERN se produjo en 1984, cuando los científicos Carlo Rubbia y Simon van der Meer descubrieron los bosones W y Z (partículas elementales), lo que les valió el Nobel de Física. En 1992, otro científico del centro, Georges Charpak, obtuvo el Nobel por la invención de la cámara proporcional multihilo.
El laboratorio tiene su sede en la ciudad suiza de Ginebra y cuenta con una serie de aceleradores de partículas, entre los que destaca el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), aún en construcción, que ocupa el espacio del antiguo acelerador LEP. Esta instalación costará más de 1.962 millones y estará terminada en 2007.
Los experimentos del CERN están encaminados a su aplicación en los más diversos ámbitos de la vida cotidiana. Por ejemplo, investiga el uso de la antimateria en el tratamiento de tumores cancerígenos, en lo que colabora la compañía estadounidense PBar Labs. Es sólo una muestra de la estrecha colaboración del CERN con la industria. Algunas de las numerosas tecnologías desarrolladas allí para la investigación en física de partículas tienen aplicación además en el diagnóstico médico, electrónica rápida, instrumentos de precisión y en la producción de nuevos materiales. Además, la industria utiliza los aceleradores con el fin mejorar la calidad de sus productos, esterilizar equipos médicos y alimentos, producción de semiconductores, adaptación de prótesis artificiales, escáneres, así como facilitar los trabajos de perforación de túneles.
El CERN trabaja ahora en el desarrollo de una red de conexiones entre laboratorios y expertos de varios países, una especie de superred paralela a internet, conocida como grid (parrilla), capaz de transmitir datos a enorme velocidad con aplicación en el campo espacial, aeronáutico, astronómico o sísmico, entre otros.