El presidente del Deutsche Bank cobró 11 millones el año pasado, un 63% más
La retribución del presidente del Deutsche Bank, el suizo Josef Ackermann, ha levantado ampollas entre sus accionistas. Según ha desvelado Financial Times, el año pasado percibió 11 millones de euros, lo que supone una subida del 63% con respecto a 2002. Esto le convierte en el gestor mejor pagado de toda Alemania.
Lo percibido está ligado al crecimiento del beneficio del banco que, tras un bache en 2002, se triplicó hasta 1.370 millones el pasado ejercicio. En el banco no han querido hacer comentarios sobre la desorbitada subida.
De los 11 millones que recibió Ackermann, sólo un millón es sueldo fijo; el resto corresponden a acciones, opciones sobre acciones y bonus. En 2002 este último ascendió a 3,3 millones, más 49.811 euros en títulos y 57.421 en opciones.
Los detractores del primer no germano que preside el gigante bancario del país llaman la atención sobre la conveniencia de estos emolumentos para un presidente que ha tenido que sentarse recientemente en el banquillo a declarar ante un juez por el caso Manesmann.
Sin embargo, Ackermann aún no es el mejor pagado de la banca. El presidente del suizo UBS, Marcel Ospel, recibió en torno a 12 millones, un 54% más y el consejero delegado de Goldman Sachs cobró 17 millones, el doble que en 2002.
Otra entidad que tampoco renuncia a los pluses abultados es la británica Abbey National, que ha aprobado pagar a ocho altos ejecutivos un total de 4,2 millones de euros tras registrar en 2002 sus segundas pérdidas anuales consecutivas.
Sin peligro de opa hostil, dice Ackermann
En su segundo desmentido en poco más de un mes, el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, descartó ayer que algún banco extranjero vaya a comprar la entidad pese a los frecuentes rumores en el sector financiero. Rechazó, además, la posibilidad de una opa hostil sobre el primer banco alemán y segundo en Europa porque la entidad 'se ha vuelto muy cara', justificó.Las acciones de Deutsche Bank se han apreciado un 27,5% en los últimos seis meses y el pasado martes se dispararon más de un 7% por el rumor de una oferta por parte del estadounidense Citigroup.Ackermann hizo un llamamiento a la banca europea para que dé una respuesta 'al desafío americano', en alusión al interés del sector financiero de EE UU que quiere crecer mediante compras en Europa. 'La cuestión para todos los bancos europeos es si son lo suficientemente grandes para competir en un entorno global'.