El nuevo presidente de Shell conoció hace dos años el error en las reservas
El nuevo presidente del gigante petrolero Royal Dutch/Shell, Jeroen van der Veer, que sustituyó en el cargo a Philip Watts la semana pasada, sabía desde 2002 que su compañía había sobrevalorado sus reservas de crudo y gas, según informaba ayer The New York Times.
Van der Veer, al igual que Watts, fue advertido en un informe interno elaborado por el ex jefe de la unidad de exploración y producción, Walter van de Vijver, de que las reservas registradas estaban infladas.
Al parecer, los métodos aplicados en la cuantificación no se ajustaban a las pautas de la Securities & Exchange Commission (SEC).
En el comunicado de Van de Vijver de hace dos años se señalaba que Shell debería reducir la estimación de sus reservas en 1.000 millones de barriles de crudo y gas, para no contradecir la normativa de la SEC.
Situación de riesgo
Otros 1.300 millones de barriles adicionales en tres países se encontraban en situación de riesgo porque los contratos podrían expirar antes de que las extracciones se pudieran llevar a cabo, señalaba el informe.
Las reservas son una medida clave de la salud de las compañías petroleras y son seguidas muy de cerca por analistas e inversores como un indicador de futura rentabilidad.
A los informes elaborados por Walter van de Vijver, que también dimitió la semana pasada, tenía acceso un restringido grupo de la cúpula directiva encabezado por Philip Watts, su ahora sucesor, Jeroen van der Veer, y la directora financiera, Judy Boynton, todavía en el cargo.
El escándalo no se destapó hasta el pasado mes de enero cuando la firma angloholandesa anunció que había sobrevalorado 'por error' sus reservas en unos 3.900 millones de barriles de crudo y gas, un 20% del total previsto originalmente. La noticia provocó el desplome de las acciones y una pérdida de 12.000 millones de euros en la capitalización bursátil del grupo.
El sistema de contabilidad de reservas de Shell está siendo en estos momentos investigado por la SEC.