Telefónica Móviles, cuarta del mundo por abonados
Telefónica Móviles es desde ayer la cuarta operadora del mundo por número de clientes. Las largas negociaciones entabladas para hacerse con el negocio latinoamericano de Bellsouth dieron fruto este fin de semana y ayer César Alierta y Antonio Viana-Baptista, presidentes de Telefónica y de su filial Móviles, pudieron al fin presentar en sociedad la adquisición.
Telefónica Móviles es desde ayer la cuarta operadora del mundo por número de clientes. Las largas negociaciones entabladas para hacerse con el negocio latinoamericano de Bellsouth dieron fruto este fin de semana y ayer César Alierta y Antonio Viana-Baptista, presidentes de Telefónica y de su filial Móviles, pudieron al fin presentar en sociedad la adquisición.
Esta operación es la mayor que se ha hecho bajo la presidencia de Alierta y supone la compra de diez operadoras celulares en otros tantos países latinoamericanos. Con ellas, Telefónica Móviles sumará 10,5 millones de clientes y superará los 62,5 millones en todo el mundo, con lo que asciende a la cuarta posición mundial, sólo por detrás de los dos gigantes chinos y de Vodafone.
Dar este paso le costará a Telefónica Móviles un máximo de 5.850 millones de dólares -4.731 millones de euros según el tipo de cambio utilizado por la operadora-, porque la compañía ha extendido la oferta que ha hecho a Bellsouth a los accionistas minoritarios que hay en nueve de las filiales adquiridas. El pago se hará en efectivo, una vez descontada la deuda del paquete en venta -ronda los 1.500 millones de dólares- y se financiará con una mezcla de generación de caja y endeudamiento.
Y es que Telefónica no ha escatimado esfuerzos en su apuesta por aprovechar la que considera la última oportunidad de dar un paso significativo en Latinoamérica. La compra de diez operadoras celulares en una sola transacción es, al margen del precio, una de las operaciones de mayor envergadura que se ha realizado en el sector y que Telefónica ha visto clara desde un principio.
La compañía española comenzó a mirar los activos latinoamericanos de Bellsouth hace más de un año. El estudio fue positivo y entre septiembre y octubre de 2003 presentó su primera oferta. El problemas es que en ese momento había comprador, pero no vendedor. Bellsouth se resistía a perder uno de sus activos de mayor crecimiento por muy tentadora que fuera la oferta de Telefónica.
Pero el tiempo y los acontecimientos han corrido a favor de la empresa española. La crisis latinoamericana llevó a Bellsouth a dejar de invertir en la región y algunas filiales, a pesar de los resultados positivos de todas ellas, comenzaron a dar problemas de deuda. Además, el principal valedor de este negocio dejó su puesto en la compañía estadounidense. Todo jugaba ya a favor de Telefónica, pero faltaba al último empujón que inclinó definitivamente la balanza: la compra de AT&T Wireless.
Esta operación puso una realidad sobre la mesa: Bellsouth necesitaba financiación para acometer su parte proporcional de los 41.000 millones de dólares que le tocan de la factura. Miró sus posibilidades y Latinoamérica brilló con luz propia. Era un buen negocio, pero no en su zona estratégica, Estados Unidos, y Telefónica tenía en la mano una oferta que podía convertir en efectivo de inmediato. No se lo pensó más.
Todo ajuste sobre el precio será a la baja
Telefónica ha valorado el 100% de las filiales de Bellsouth en Latinoamérica en 5.850 millones de dólares y este es el precio máximo que va a costar la transacción sea cual sea el devenir de los acontecimientos.Esta cifra incluye la parte que se pagará a Bellsouth en efectivo, la deuda que finalmente se aplique a las operadoras y la participación de los accionistas minoritarios. Telefónica ha sido extremadamente cautelosa con los detalles de la operación y por eso ha cerrado un precio máximo. Y no lo ha hecho tanto por los minoritarios que puedan sumarse a la venta, sino por la deuda que finalmente tengan las filiales.Como publicó ayer este diario, la participada argentina está en suspensión de pagos, la de Colombia está renegociando la deuda y en Venezuela tiene problemas para repatriar capitales. Telefónica es consciente de ello y por eso ha pactado con Bellsouth que cualquier alza de la deuda se restará del pago en efectivo, según explicaron ayer Alierta y Viana en rueda de prensa.Para ajustar las cifras comienza ahora un periodo de 50 días de due diligence que supondrá el desembarco de los financieros de Telefónica en todas y cada una de las filiales. De ese estudio saldrán el precio y la deuda definitivos.