El Ecofin aprueba el escenario económico español hasta 2007 por su "realismo"
El Gobierno español aprobó el 9 de enero la actualización de su programa de estabilidad, el que hoy ha estudiado y aprobado el Ecofin por considerarlo "realista", y que prevé un aumento sostenido del PIB del 3% anual hasta 2007, así como un superávit creciente de las cuentas públicas entre 2005 y 2007, desde el 0,1% al 0,3% del PIB. En la evaluación que el plan tuvo que pasar ante la Comisión Europea en febrero, la única duda fue al respecto del sistema de pensiones.
Entonces, Bruselas pidió especial atención a la viabilidad de las finanzas públicas a largo plazo, aunque reconoció entonces y hoy ha reiterado que España parece estar relativamente bien situada para hacer frente a los costes presupuestarios del envejecimiento de su población. No obstante, advirtió de que estas proyecciones dependen mucho del impacto de la inmigración, difícil de evaluar, y están relacionadas con la cuantía media de las jubilaciones y la productividad media del trabajador. Y recomendó a las autoridades que tomen medidas suplementarias y acometan, en particular "una reforma global del sistema de pensiones".
El vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha visto reconocidas en Bruselas las "garantías de sostenibilidad de las finanzas públicas y las pensiones" en España, así como su manera "realista y prudente" de presupuestar. Aprecia, por tanto, la "valoración muy positiva" de la Comisión Europea y el Consejo sobre la economía española y considera que "la sociedad española puede estar satisfecha con la credibilidad de nuestra política y realidad económica".
Profundizar en el Pacto de Toledo
No obstante, el Ecofin recomienda a España profundizar las reformas derivadas del Pacto de Toledo, admitió Rato, y aprovechó para homenajear al comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, a quien atribuyó la creación de dicho Pacto en su etapa de ministro.
Antes de entrar en la reunión, el vicepresidente económico destacó la importancia del fondo de seguridad de las pensiones, "que supone ya más del 2% del PIB y que tiene en su haber el 4% de la deuda pública española". "No diré 'mejor imposible'. Pero han sido unas matizaciones muy suaves", añadió el ministro. La posición presupuestaria española se mantendrá conforme durante todo el periodo al objetivo de un presupuesto próximo al equilibrio fijado por el Pacto de Estabilidad y de Crecimiento (PEC), incluso con un margen de seguridad confortable.
Ya el año pasado, España logró un excedente del 0,6% de sus cuentas públicas, que la UE vincula a la aportación de la demanda interior al crecimiento y la buena marcha de la creación de empleo. En cuanto a la deuda, disminuirá gradualmente del 54,5% en 2003 hasta colocarse previsiblemente por debajo del 44 en 2007. "Incluso en caso de crecimientos inferiores, la economía acabaría el periodo con una tasa de deuda pública en el entorno del 43% del PIB, una posición muy consolidada", aseguró Rato. El Ecofin también respaldo el objetivo de creación de 1,4 millones empleos entre 2003 y 2007 y el de inflación: el Gobierno prevé una tasa del 4% en 2004 (4,1% según Bruselas), 2,9% en 2004 (3,6% para la Comisión) y 2,6% en 2005 (o 3,1%), así como en 2006 y 2007.
Candidatura al FMI
Rato consideró acertada la decisión de los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) de aplazar hasta el próximo Consejo Europeo, que se celebrará los próximos 25 y 26 de marzo, la designación del sucesor de Eugenio Domingo Solans en el Consejo del Banco Central Europeo (BCE). En este sentido, volvió a hacer hincapié en algo que ya avanzó ayer: el actual consejero ejecutivo del Banco de España, José Manuel González-Páramo, tiene "muy altas cualificaciones y alto respeto en la comunidad académica y también en los bancos centrales, y es por tanto un candidato muy sólido".
En cuanto a los rumores que le colocan a la cabeza de las candidaturas para presidir el Fondo Monetario Internacional, una información que atribuye a los medios de comunicación y en cualquier caso le enorgullece, el ministro insistió en que ese tema no figura en la agenda del día y que la posición española es que "Europa tenga un candidato firme y fuerte que acepte todo el mundo".