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La nueva casa del BCE

Los más de 1.000 empleados del Banco Central Europeo (BCE) sufren problemas de espacio desde la fundación de la entidad, en 1998. Los trabajadores del BCE se reparten en tres edificios del barrio financiero de Fráncfort. Con la ampliación de la Unión Europea al Este en mayo, la falta de sitio amenaza con ser importante, pues aunque los 10 nuevos miembros no se incorporarán directamente a la unión monetaria y al euro, lo harán cuando cumplan los criterios del Tratado de Maastricht.

Por ello, el BCE decidió hace algún tiempo trasladarse, buscó un solar en la zona este de la ciudad, a orillas del río Meno, y convocó un concurso internacional para el diseño de su futura sede. El estudio austriaco de arquitectura Coop Himmelb(l)au ha ganado el primer premio, dotado con 100.000 euros, aunque ello no supone que el proyecto sea elegido para la construcción. El segundo premio recayó en el estudio berlinés ASP y el tercero en la firma de arquitectura 54f, con sede en Alemania y en Malaisia. Entre estos tres diseños, el jurado elegirá al ganador antes de septiembre.

El fallo fue recibido con algunas críticas aunque no por la elección, sino por la composición del jurado y la política de comunicación del BCE. La prensa alemana ha desaprobado que no hubiera ningún concejal de la ciudad de Fráncfort entre los miembros del jurado. Los representantes del ayuntamiento dispusieron, además, de una información muy limitada sobre los trabajos ganadores y sólo pudieron tener una visión amplia de los proyectos cuando se abrió al público la exposición sobre el concurso en el Museo Alemán de Arquitectura.

Entre los 12 equipos que llegaron a la final había dos españoles, el estudio madrileño de arquitectura Lamela y el barcelonés Enric Miralles Benedetta Tagliabue. La mayoría de los diseños proponen altos rascacielos de cristal en línea con la arquitectura del centro de Fráncfort. Todos incorporan a sus proyectos el antiguo mercado de abastos de la ciudad, que está en el solar donde se construirá el nuevo BCE y que es un edificio protegido característico del estilo funcionalista de finales de los años veinte. En la propuesta de Coop Himmelb(l)au, el mercado sirve como entrada al edificio principal. Desde él se accede a las dos gigantescas torres de cristal unidas por un atrio y a cuyos pies se levanta una sala de congresos. 'En Viena estamos acostumbrados a trabajar en un entorno de edificios antiguos', dijo el austriaco Wolf Prix, responsable de Coop Himmelb(l)au. Su diseño ha gustado y no se descarta como ganador definitivo. Sin embargo, el aspecto final sería algo distinto al de las maquetas, pues el jurado ha señalado que habría que incorporar más flexibilidad para la disposición de los puestos de trabajo y reforzar la seguridad del edificio.

Sobre el coste del proyecto, el BCE guarda por el momento silencio, pero, según el diario alemán Financial Times Deutschland, rondaría los 250 millones de euros. La construcción del nuevo banco europeo servirá además para revitalizar una zona de la ciudad hasta ahora en decadencia. En las cercanías del futuro BCE se han levantado ya edificios nuevos y hay más en proyecto con viviendas que en algunos casos superan el precio de medio millón de euros.

La edificación servirá para revitalizar una zona de Fráncfort hasta ahora en decadencia. El precio de algunas viviendas nuevas en su entorno ronda ya el medio millón de euros

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