La Bolsa de Brasil supera la tormenta política
Pasado el carnaval, el optimismo regresa a Brasil. Los escándalos de financiación ilegal del partido en el Gobierno provocaron la semana pasada una caída del 5,29% en el Bovespa. Las ganancias regresaron en el primer día operativo tras las fiestas. Los analistas ven coyuntural la crisis y reiteran su apuesta por el país.
Los analistas confían en que la tormenta que se cierne sobre el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva derive en nubes pasajeras. 'Los fundamentos económicos son bastante buenos; el sector industrial está creciendo a un ritmo del 3,3%, el consumo sigue fuerte, los datos fiscales están en orden... las recientes caídas son una buena oportunidad para comprar', apunta Cyrus de la Rubia, de Dresdner Bank.
La crisis comenzó el pasado 13 de febrero cuando la prensa brasileña destapó el caso de un asesor del ministro más emblemático del Ejecutivo, José Dirceu, que había recaudado fondos del juego ilegal para financiar campañas pasadas de la formación de Lula, el Partido de los Trabajadores. La percepción de que el fraude puede haber continuado durante el Gobierno y afectar a más miembros del partido extendió las pérdidas en la Bolsa y debilitó el tipo de cambio del real, que llegó a arañar las tres unidades por dólar. Pasado el shock inicial, la enérgica reacción del Gobierno parece devolver las aguas a su cauce.
'Las perspectivas son muy positivas', asegura Jordi Flores, de Caja Madrid. El analista enumera una serie de factores que confluyeron en una especie de tormenta perfecta, que terminó desatándose sobre el Bovespa: 'En primer lugar, la Bolsa brasileña venía de un crecimiento espectacular más del 97% en 2003 y era lógica una corrección; segundo, las declaraciones de la Reserva Federal y el crecimiento de la inflación han detenido la política monetaria expansionista; finalmente, los escándalos financieros han coincidido con los días previos al Carnaval y a los inversores no les gusta llegar a las fiestas con una posición abierta'.
Merrill Lynch ve oportunidades en eléctricas, 'telecos' y financieras
Una visión con la que coincide Merrill Lynch. 'La historia sugiere que el desempeño del Bovespa tiende a ser positivo después del Carnaval, especialmente si antes ha tenido lugar una fuerte toma de beneficios', señala el banco en un informe. Merrill Lynch cree que, dado el volumen de ventas registrado en las últimas sesiones en Brasil, está 'justificado' tomar posiciones en eléctricas, telecos y financieras.
Una manera fácil de percibir lo que ha sucedido en Brasil en los últimos meses es a través del riesgo-país. Este índice mide la diferencia entre el rendimiento de los bonos del Tesoro de EE UU y el que tienen que ofrecer los bonos de los países emergentes para resultar atractivos; a más diferencia, mayor percepción de riesgo de impago. Entre diciembre de 2002 y diciembre del año pasado, la diferencia cayó de 1.400 puntos básicos a sólo 450. La reciente crisis ha elevado el índice a un nivel próximo a los 600 puntos.
'Desde la segunda mitad de 2003 era cada vez más difícil justificar la fuerte carrera de los mercados con la mejora gradual de la economía', advierte Oliver Stönner, analista de Commerzbank, que recomienda 'apostar por el sector exportador'.
Dirceu, en entredicho
Con todo, el ruido político no ha cesado y Dirceu, el hombre de confianza de Lula, se perfila como la víctima expiatoria. La caída del ministro constituye el peor escenario posible, pero aún así no representa una gran preocupación para los analistas. 'El PT tiene sustitutos competentes' para el ministro de la Presidencia, afirma JP Morgan en un informe.
'La marcha de Dirceu no tiene porqué derivar en una crisis de gobernabilidad', estima Merrill Lynch. 'El mercado ha exagerado el peligro que la posible marcha de Dirceu representaría para la capacidad del Gobierno de seguir adelante con las reformas', apunta JP Morgan.
Pendientes de los tipos
Las presiones inflacionistas han llevado al Banco Central de Brasil ha poner el freno a una política monetaria expansiva, que ha hecho bajar 10 puntos porcentuales las tasas de interés de referencia desde el 26,5% al 16,5% en los últimos seis meses. El asunto es clave, dadas las dificultades de financiación pública y corporativa.'Las bajadas de tipos tienen un impacto muy fuerte en Brasil porque los spreads bancarios son enormes', explica Joaquim Oliveira, economista de la OCDE. 'Las tasas a las que prestan los bancos rondan entre el 60 y el 80%, la economía vive prácticamente sin crédito ni a las empresa ni al consumo', señala el experto. 'Un descenso de un punto en los tipos de referencia tiene un impacto muy rápido', concluye.La debilidad del sistema financiero es, a juicio de la OCDE, uno de los puntos flacos que limitan el crecimiento de Brasil. 'Los bancos son sólidos, pero la protección para los acreedores es muy mala, no hay mecanismos de bancarrota', advierte Oliveira. Otra de las tareas pendientes es la distribución del gasto público. La presión fiscal equivale al 36% del PIB, una tasa elevada para la región. El problema es que, hasta ahora, la parte del león de esos fondos se destinaba a pagar las pensiones de los funcionarios públicos. La reforma del sistema de pensiones aprobada a finales de 2003 abre la posibilidad de una mejor redistribución de la riqueza.La OCDE prevé para este año un crecimiento entre el 3% y el 3,5%. Oliveira resta importancia a los últimos escándalos políticos: 'Los últimos acontecimientos no van a afectar a las políticas de austeridad fiscal y a la disciplina económica que ha demostrado el Gobierno de Lula'.