Iberia eleva la ocupación, pero reduce su beneficio
Iberia consiguió en 2003 un beneficio neto de 145,8 millones de euros, un 8,7% menos que el año anterior. Pese a ello, Fernando Conte, presidente de la compañía, explicó que el resultado fue 'satisfactorio en un ejercicio atípico, en el que fue necesario utilizar nuevos mecanismos de flexibilidad para afrontarlo'.
Una estrategia que la compañía pretende repetir este año. 'Una vez superado lo peor, crecemos lo previsto, es decir, un 7,6% como en el último trimestre', dijo. 'Para el actual ejercicio, esperamos que las cifras sean aún mayores, pero seguiremos haciéndolo con flexibilidad', remató.
Conte apuntó que 'a diferencia de otras compañías aéreas, Iberia lleva generando beneficios ocho años consecutivos. La mayor ocupación en los vuelos y su política de reducción de gastos llevada a cabo por la compañía con su plan director (2002-2005) lo han hecho posible', señaló.
El nivel de ocupación de la aerolínea fue del 75% el año pasado frente al 73% de 2002. Sin embargo, los ingresos por pasaje cayeron un 4,3%, 'debido a la agresiva competencia en precios de las compañías de vuelos baratos', añadió Conte.
Este hecho explica que los ingresos netos totales se redujeran un 1,9% en el pasado ejercicio, hasta 4.402 millones de euros, aunque también influyeron negativamente otros factores como la debilidad en el tráfico durante el primer semestre del año y la depreciación del dólar frente al euro.
El beneficio de explotación también fue menor, un 35,5%, ya que alcanzó los 160,6 millones de euros, frente a los 249,1 millones de 2002.
'La crisis de los principales mercados europeos, la neumonía asiática y la guerra de Irak originaron una situación muy difícil en el primer semestre, que más tarde cambió por el aumento del tráfico de viajeros ', señaló.
Fue precisamente en el último trimestre (octubre-diciembre) cuando la cifra de negocios se elevó un 3,6% hasta 1.174 millones de euros, y cuando logró unos resultados de explotación de 25,5 millones, un 55,5% más.
Menor deuda
Durante 2003, Iberia redujo su deuda un 17%, mediante el recorte de los costes de alquiler de flota. Además, redujo sus inversiones y las financió con fondos propios, que al cierre del ejercicio eran de 1.432 millones (un 8,7% más), al tiempo que los gastos de explotación en el año 2003 se mantuvieron similares a los 2002, en cerca de 4.458 millones de euros. Sin embargo, los costes de personal alcanzaron 1.402 millones de euros, un 3,6% más que en 2002.
El presidente de Iberia dijo que 'la compañía debe continuar este año con la tendencia positiva iniciada en el segundo semestre del pasado'. Así, la aerolínea prevé aumentar un 13% su capacidad en largo recorrido, un 9% en las rutas europeas, y un 3 % en el mercado doméstico. Este crecimiento será canalizado, en algunos casos, a través de alquileres de aviones en régimen de wet lease (alquiler de flota y tripulación).
Para conseguirlo, Iberia negocia con varios operadores, por lo que la aerolínea estima que todo esté listo para el próximo mes de junio.
Ayer la cotización de las acciones de Iberia cayó un 3,51% hasta 2,75 euros, tras conocerse los resultados de la compañía.
La compañía descarta fusionarse con British
El presidente de Iberia, Fernando Conte, aclaró ayer que la compañía no contempla la fusión con British Airways, y explicó que 'la suma de ambas compañías tendría tantas restricciones regulatorias que no sería interesante para los accionistas'. La relación con British viene de años atrás, ya que ambas participan en la alianza Oneworld. Conte anunció, sin embargo, que las dos compañías llegarán a una serie de acuerdos que serán anunciados a finales del primer semestre o principios del segundo. El presidente de la aerolínea apuntó que con la alianza 'profundizarán en aspectos prácticos, buscando, sobre todo, la forma de mejorar la situación de las empresas'. Estas restricciones regulatorias suponen también un obstáculo para Iberia a la hora de crecer a través de compras de otras aerolíneas.