Las joyas del MOMA, en Berlín
Se trata del acontecimiento cultural del año, según sus organizadores: 200 obras del Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York se exponen desde el pasado viernes y hasta el próximo 19 de septiembre en la Nationalgalerie de Berlín, en lo que es un recorrido excepcional por el arte del siglo XX. La muestra reúne cuadros como Los bañistas, de Paul Cézanne, La noche estrellada, de Vincent Van Gogh, Sueño, de Henri Rousseau, o Danza, de Henri Matisse, artista que cuenta con una sala propia. Los visitantes podrán contemplar también hasta trece obras de Picasso y el célebre La persistencia de la memoria, de Dalí. Es la primera vez que esta colección se exhibe completa en Europa.
La muestra parece también indicar la mejora de las relaciones entre Estados Unidos y Alemania, que hace aproximadamente un año tocaron fondo a causa de la guerra de Irak. El ministro alemán de Exteriores, Joschka Fisher, y su homólogo estadounidense, Colin Powell, tutelan la exposición, que está organizada temáticamente en dos alas: Europa y Estados Unidos. La presencia estadounidense, con artistas de la talla de Jackson Pollock, Roy Liechtenstein, Mark Rothko o Edward Hopper, es algo mayor que la europea, al contrario de lo que sucede en el MOMA de Nueva York.
Paralelamente, se organizará un año cultural estadounidense, con más de 100 actividades MOMA en Berlín, que quiere ser también una herramienta para la amistad germano-estadounidense, según declaró a la prensa Peter-Klaus Schuster, director de la Nationalgalerie.
Los organizadores esperan unos 700.000 visitantes durante los siete meses que estará abierta la muestra. Con los ingresos de entradas, catálogos y artículos de promoción, se financiarán los 8,5 millones de euros que ha costado la exposición, una cantidad que ha sido considerada excesiva por parte de la prensa germana.
El gobierno alemán asume la responsabilidad sobre las valiosas obras. Los 200 cuadros y las esculturas llegaron a Berlín en avión bajo extremas medidas de seguridad y custodiados personalmente por los empleados de la Nationalgalerie. De la misma manera regresarán a Estados Unidos el próximo invierno, cuando el MOMA, actualmente cerrado por obras de reforma y ampliación, abra de nuevo sus puertas.