El Estado cierra 2003 con un superávit en sus cuentas del 0,6%
La Administración Central del Estado registró en el 2003 un superávit, en términos de contabilidad nacional, de 4.758 millones de euros, lo que equivale al 0,6% del PIB, anunció hoy el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En otoño, el Gobierno había previsto cerrar el año con un superávit del 0,5% del PIB.
Las cuentas del Estado cerraron 2003 con un superávit superior en una décima de las previsiones del Gobierno. La Administración Central registró un superávit, en términos de contabilidad nacional, de 4.758 millones de euros o un 0,6% del PIB. Este saldo positivo es el resultado de un déficit del Estado y de los organismos autónomos del 0,4% del PIB, una décima menos de lo previsto, y un superávit en la Seguridad Social del 1%, el doble de lo calculado inicialmente.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, destacó que este resultado supera "ampliamente" el objetivo de equilibrio previsto, un equilibrio que el secretario general del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, aboga por mantener en la próxima legislatura, proponiendo en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera que cada Comunidad Autónoma elabore anualmente un informe de estabilidad financiera que se remitirá al Senado y tendrá carácter público.
Los ingresos del Estado sumaron el pasado año 143.782 millones, lo que supone un incremento del 4,6% sobre 2002. Destacan los ingresos impositivos, que en 2003 alcanzaron los 129.721 millones de euros, el 5,8% más que en 2002. Además, esta cifra supera en más de 2.700 millones lo previsto inicialmente en el Presupuesto.
La recaudación por IRPF creció un 4,8%, mientras que por Sociedades sube un 2,3%. Destaca, dentro de los impuestos indirectos, el IVA, con un incremento del 9,9% respecto a 2002 gracias al aumento del consumo. La evolución de los impuestos especiales ha sido también positiva, al subir un 4,6%, sobre todo si se tiene en cuenta que las tarifas de estos impuestos se mantuvieron congeladas en 2003.
Por el lado de los pagos, que aumentaron en 2003 el 2,4%, destaca que su ejecución fue prácticamente total, ya que alcanzó el 98%. Es significativa la evolución de las inversiones, que crecieron el 7%. Además, este capítulo ha sido especialmente protagonista en 2003 porque su grado de ejecución alcanzó el 96,3%, el nivel más alto jamás alcanzado y muy superior al 87,4% de 1995.
En cuanto a la deuda pública, se situó al final del ejercicio ligeramente por debajo del 52% del PIB, frente a algo más del 55% del año anterior. Montoro indicó que los datos del 2003 no van a llevar al Gobierno a modificar sus previsiones presupuestarias para este año, que vuelven a establecer el equilibrio entre ingresos y gastos resultado de un déficit del Estado del 0,4% y un superávit equivalente de la Seguridad Social.