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Derivados

Atreverse a operar con futuros

Los traders, esos especuladores bursátiles, amantes de la operativa intradía, suelen preferir la inversión en futuros frente al mercado de contado, es decir, la inversión en acciones. La razón principal es que con poco dinero se puede ganar mucho, dado que un leve movimiento en un índice como el Ibex 35 permite maximizar la rentabilidad si se ha invertido a través de su futuro. El riesgo de pérdida, sin embargo, también es mayor, razón por la cual antes de adentrarse en este mercado conviene conocer muy bien cómo funciona. 'Para operar con futuros, hay que tener mucha disciplina y vigilar continuamente el mercado', afirma Enrique Zamácola, de Link Securities. 'Puedes irte a comer ganando mucho y, al regresar, estar perdiendo otro tanto'.

¿Qué es exactamente un futuro? Se trata de un contrato, un acuerdo, que obliga a las partes contratantes a comprar un número de bienes o valores (lo que se denomina activo subyacente) en una fecha futura, pero con un precio establecido de antemano. En España se puede negociar con futuros de muchos activos (Bolsa, bonos, divisas). MEFF es el mercado donde se negocian los futuros, pero al que el inversor particular no puede acceder directamente. Debe dirigirse a un intermediario que sea miembro del mercado en cuestión.

En MEFF Renta Variable se negocian futuros sobre el Ibex 35 y sobre algunas de las acciones más líquidas del mercado español. Recientemente han nacido también los futuros mini-Ibex, que permiten al pequeño inversor invertir en todo el índice con un pequeño desembolso monetario.

Si un inversor considera que el mercado va a subir, puede comprar un futuro a los precios actuales. Si efectivamente el mercado ha subido, comprará el activo subyacente en el momento del vencimiento a un precio más bajo que el del mercado, con lo que se embolsará la diferencia entre el precio actual y el precio del futuro.

Y al contrario. Si un inversor estima que el mercado va a caer, puede vender un futuro a los precios actuales. Si se confirma su expectativa, a vencimiento podrá vender el subyacente a un precio más alto de lo que pagó y se embolsará la diferencia. En realidad, cuando llega el vencimiento el inversor no tiene por qué entregar o recibir el activo subyacente, sino que le puede liquidar la diferencia entre los precios, sea ganancia o pérdida.

Una de las ventajas de los futuros es que no hace falta esperar a vencimiento para vender o comprar, sino que el inversor puede deshacer sus posiciones en cualquier momento a los precios que marque el mercado. Esto permite obtener resultados interesantes a corto plazo.

La característica clave que ostentan los futuros es su apalancamiento. Cuando se compran acciones, el inversor debe desembolsar el total de la inversión. Sin embargo, al comprar futuros no se produce un intercambio de dinero entre el comprador y el vendedor; no hay que desembolsar el total del capital nominal a que se está comprometiendo el inversor en el contrato, sino que tan sólo debe depositar unas garantías que cubran a MEFF y al intermediario frente a posibles incumplimientos del contrato por parte del cliente o inversor. Las garantías son de 6.000 euros en los futuros sobre el Ibex 35 y de 600 en el del mini-Ibex. En el caso de las acciones la garantía es un porcentaje entre el 15% y el 25% de la inversión. 'El efecto apalancamiento permite maximizar la rentabilidad respecto a las operaciones que se puedan realizar en contado', explica José Alemany, director del departamento de Bolsa de Patagon. 'Lógicamente el riesgo asumido es mayor, aunque esto último depende de cómo operes'.

El Ibex 35 se mide en puntos, pero para calcular la inversión necesaria para comprar el Ibex se aplica un multiplicador de 10 euros por punto. Es decir, que, si hubiera que pagar todo el capital nominal, con el Ibex, por ejemplo, en 8.300 puntos, el inversor tendría que poner 83.000 euros por cada futuro. El multiplicador del mini-Ibex es de tan sólo un euro. Así, si por un contrato mini-Ibex se pagan algo más de 700 euros (garantías más comisiones), la inversión equivale a una posición de contado de 8.300 euros. Es decir, que con esos 700 euros se obtienen las mismas ganancias o pérdidas que si se hubieran invertido esos 8.300 euros.

Liquidación diaria

Al margen de que el inversor cierre o no sus posiciones antes del vencimiento, la liquidación del futuro se realiza diariamente. Si cierra sus posiciones, se liquidan en una cuenta las comisiones, se calcula la ganancia o la pérdida y se devuelven las garantías. Si las posiciones quedan abiertas de un día para otro, también se calcula la ganancia o pérdida del futuro de esa sesión y se liquida en la cuenta. Si se ha producido ganancia, esa cantidad se embolsa y queda a disposición del inversor. Si se ha perdido, se adeudará en la cuenta la cantidad. Las garantías quedan depositadas en el MEFF y no se pueden tocar hasta que no se cierren las posiciones.

Son varios los usos que los inversores dan a los futuros. Uno de ellos es la inversión o la especulación pura y dura. Pero también se usan como cobertura, por ejemplo, apostando con el futuro en contra del mercado para cubrir una cartera de acciones.

El inversor tiene a su alcance no sólo índices y acciones españoles, sino también europeos, como el Dax alemán, el Cac francés o el Euro Stoxx 50. Algunas entidades incluso ofrecen la posibilidad de operar con futuros estadounidenses. Ahora, hay que tener en cuenta los riesgos que entraña esta inversión. Es imprescindible fijarse objetivos, límites de pérdidas, estar muy atento al mercado y tener mucha disciplina. 'En realidad, lo peligroso no es el producto, sino cómo se usa', afirma Zamácola.

La terminología del mercado

Activo subyacente Es el activo financiero o índice que es objeto del contrato de futuro, como, por ejemplo, el Ibex 35.Cámara de compensación Es el organismo de MEFF que garantiza el buen fin de las operaciones, constituyéndose como contrapartida de todas ellas.Fecha de vencimiento Es el día en que vence el futuro. El vencimiento de futuros tiene lugar el tercer viernes de cada mes.Garantías Es el depósito que se exige al contratar futuros y cuya finalidad es evitar riesgos en caso de incumplimientos por parte de los que han suscrito el contrato. Pueden ser constituidas en efectivo o en acciones del Ibex 35 con el mismo valor. Se devuelven cuando se deshace la posición.Liquidación diaria Es el cálculo de las pérdidas o ganancias que se producen diariamente y que se abonan o cargan a la cuenta del inversor haya o no deshecho su posición.Liquidación por diferencias Tiene lugar cuando en la fecha de vencimiento la liquidación se produce mediante la transmisión en efectivo de la diferencia entre el precio del futuro y el del activo subyacente.Liquidación por entrega Tiene lugar cuando a vencimiento se procede al intercambio del subyacente del futuro.Orden limitada Es la orden que fija un cambio máximo de compra o mínimo de venta, así como el volumen a negociar. Sirve para limitar las pérdidas.Orden al ataque Es una orden que permite fijar el volumen, pero no el precio. El sistema selecciona automáticamente el mejor precio.'Pipos' Es como se conoce en la jerga financiera a los puntos básicos que avanza o retrocede un activo o índice.Precio del futuro Es el precio del activo subyacente que se pacta en el contrato de futuro, al que se producirá el intercambio a vencimiento.Precio de vencimiento Es el precio de referencia sobre el que se calcula la liquidación por diferencias del futuro en el momento del vencimiento.Precio de liquidación diaria Es el precio de referencia sobre el que se calculan los depósitos de garantía y la liquidación diaria de pérdidas y ganancias.

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