El fin de la opción de Telecom Italia abre la puerta en Auna a cambios accionariales
La suerte ya está echada. Telecom Italia no volverá al capital de Auna ni al de Amena. Hoy expira la opción que tenía para recomprar acciones y se produce una desvinculación definitiva que abre la puerta a nuevos movimientos en el capital.
Cuando Telecom Italia vendió su participación en Auna firmó con los socios un pacto de posible regreso. La operadora italiana tendría la posibilidad de ejercer un derecho preferente de compra sobre las acciones de Auna y de su filial de móviles, Amena. El plazo del acuerdo se fechó en dos años y durante la espera se cayó la posibilidad de volver a la matriz, pero se mantuvo el derecho sobre Amena.
Hasta hoy. El 21 de febrero de 2004 fue la fecha fijada para el vencimiento de la opción, según figura en la última memoria de la empresa y confirmaron fuentes cercanas al accionariado. Telecom Italia no ha vuelto a la tercera operadora de móviles de España y no lo hará; su desvinculación es ahora definitiva.
Con el vencimiento de la opción termina un periodo de incertidumbre sobre el futuro del accionariado de Auna y de Amena. Cualquier movimiento del capital estaba condicionado por el interés que podría despertar la operación en Telecom Italia. Y lo cierto es que, a pesar del resultado final, el operador transalpino ha tenido presente la posibilidad de regresar. Así lo demuestra la estructura de la operación; se firmó en 2001, pero en 2002 Telecom Italia lo revalidó con el pago de 50 millones de euros por su derecho preferente de compra sobre los títulos de Amena.
Libertad de movimiento
Con la salida de Telecom Italia del escenario, los socios de Auna y de Amena recuperan capacidad de movimiento. Los cambios accionariales ya no tendrán que hacerse pensando en un tercero y estarán sujetos exclusivamente a negociaciones entre las partes presentes e interesadas.
Desde que Telecom Italia salió de Auna ha habido varios movimientos accionariales, pero todos ellos han sido fruto de opciones de compraventa pactadas de antemano. A este esquema ha respondido la compra por parte de Endesa al SCH de un 3% adicional de Auna, que fue anunciada en verano y se materializó en enero pasado.
La eléctrica ejerció parte de la opción posible, pero renunció a adquirir un 2,5% que estaba a su alcance.
Este capítulo está, por ahora, cerrado, pero quedan otros abiertos. Por ejemplo, cuál va a ser la actitud de Unión Fenosa, que ha prolongado la posibilidad de adquirir un 4,77% de la operadora de telecomunicaciones.
Una vez que se haya resuelto la incógnita tendrá que mover ficha el SCH, que se comprometió a adquirir las participaciones que las eléctricas no quisieran y que ahora están aparcadas.
Aunque todas las operaciones se han hecho a un precio claramente inferior al de la valoración de Auna para una hipotética salida a Bolsa, lo cierto es que los accionistas aún no han definido su interés por adquirir participaciones que, si la tasación es acertada, les reportarán sustanciosas plusvalías con la colocación.
La posible salida a Bolsa -fechada para finales de este año o principios del próximo- propiciará también recolocaciones o nuevas entradas en el capital de cara a la estructura de la nueva etapa.
retos Potenciar el cable y seguir creciendo en telefonía móvil
l Los gestores de Auna se han fijado dos prioridades para 2004: el refuerzo del cable y el mantenimiento de las posiciones en telefonía móvil.l Ambos retos supondrán fuertes inversiones, ya que el despliegue de redes de fibra es una actividad intensiva en desembolsos y en la telefonía móvil toca el turno de desarrollar la tecnología de tercera generación UMTS.l El grupo Auna destinará 1.450 millones de euros a crecer en cable y en telefonía móvil, según anunció en la presentación de los resultados de 2003. De esta cantidad, 700 millones de euros se los llevará la telefonía móvil UMTS, cuyo lanzamiento está previsto para octubre. El resto, 750 millones, se dedicarán a desarrollar la banda ancha en los próximos tres años.