Un amigo del PHN quiere seguir en Bruselas
Los 20 comisarios europeos, con su presidente Romano Prodi a la cabeza, tantean su futuro profesional tras el fin del mandato en octubre. Los españoles Loyola de Palacio y Pedro Solbes parecen decididos a volver a España. Pero otros, como el francés Michael Barnier, prefieren Bruselas. Al actual comisario titular de Política Regional (o sea, de Fondos), no le importaría, sin embargo, cambiar de cartera. En su entorno se recuerda la experiencia de Barnier en Francia como ministro de Medio Ambiente (1993-1995), cartera que ocupa en la Comisión Margot Wallström. El relevo de la comisaria sueca asusta en círculos ecologistas y, sobre todo, entre los contrarios a que el Presupuesto comunitario financie el Plan Hidrológico Nacional (PHN) español. Los enemigos del trasvase del Ebro temen que la sensibilidad ecológica de Barnier sea comparable a la de los ex ministros españoles Isabel Tocino y Jaume Matas. Desde su puesto, al revés que Wallström, Barnier no ha planteado objeciones significativas al PHN. Pero quien ha podido pulsar la pasada noche la sensibilidad de Barnier con los trasvases ha sido el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Ayer pasó el día en Bruselas y, a última hora, dejó una recepción para verse con el comisario y expresarle su oposición al un trasvase del Ebro que descalifica como 'obra anacrónica, de la época de Joaquín Costa'.