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Transportes

Renfe pagará 400 millones al año por usar la red ferroviaria

El próximo 18 de mayo se hará realidad la revolución en la explotación del ferrocarril en España con la fusión de Renfe y el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) y el nacimiento del nuevo propietario de la red, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), y de la primera compañía de servicios de tren, Renfe Operadora.

El próximo 18 de mayo se hará realidad la revolución en la explotación del ferrocarril en España con la fusión de Renfe y el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) y el nacimiento del nuevo propietario de la red, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), y de la primera compañía de servicios de tren, Renfe Operadora.

La consecuencia más importante de la entrada en vigor de la Ley Ferroviaria en noviembre último será que la nueva Renfe tendrá que comenzar a pagar cánones al Adif por el uso de una red que hasta la fecha le resulta prácticamente gratis.

Este diario ha tenido acceso al proyecto de orden de Fomento por el que se 'fijan las cuantías para los cánones ferroviarios'. El borrador establece la estructura y los precios de nueve tasas distintas. Renfe, en un primer momento, y posteriormente otras operadoras que explotarán servicios de tren en régimen de competencia, deberán pagar dichos precios por acceder y usar las diferentes infraestructuras de la red que pasa a ser propiedad del Adif a partir de mayo.

El Adif, propietario de la red, consigue así recursos para las inversiones

Fuentes cercanas a Renfe han asegurado, a la vista del contenido del proyecto de orden ministerial, que la operadora se verá obligada a pagar una cantidad anual al Adif en peajes por 400 millones. El borrador desglosa los cánones ferroviarios en nueve tasas, divididas en dos grandes grupos. El primer grupo acoge a cuatro tasas que servirán para pagar 'la utilización de las líneas integrantes de la red ferroviaria de interés general'. El segundo grupo lo componen cinco tasas que servirán para pagar 'por la utilización de las estaciones y otras instalaciones ferroviarias'.

Por ejemplo, la explotación de trenes en la línea AVE Madrid-Barcelona obliga a Renfe a pagar una tasa anual de acceso de 4,38 millones, y otro tanto por la línea Madrid-Sevilla. Cada tren que circule por estas líneas debe satisfacer 3,06 euros por cada kilómetro del canon de reserva, más 0,59 euros de la tasa de circulación, más 0,50 euros del canon de tráfico, más cerca de un euro por viajero por el uso de estaciones y andenes.

Las fuentes cercanas a la compañía coinciden con las centrales sindicales de la empresa que estos importantes costes de explotación que se añaden con las tasas 'ahondarán los déficit que Renfe padece en la totalidad de todos sus servicios y obligará a ampliar las coberturas que el Estado realiza a través de las subvenciones establecidas por medio de un contrato programa'. Los costes extras que asumirá Renfe penalizarán su viabilidad futura, puesta también en cuestión por el Consejo Económico y Social (CES). Sindicatos y CES consideran que la carga financiera que asumirá la nueva entidad, agravada por las inversiones para comprar trenes, y la ausencia de un plan de negocio para la deficitaria unidad de mercancías arrojan una larga sombra sobre el futuro de la nueva Renfe.

Los costes por uso de la vía vendrían a agravar ese panorama a menos que la nueva entidad pueda repercutir en los billetes ese nuevo coste. Esta alza, sin embargo, disuadiría la demanda y tendría claros efectos inflacionistas.

Precios en función de categorías

Para establecer el valor de cada tasa, el proyecto de orden divide la explotación y las líneas en categorías. Otorga una calificación a cada línea en tres niveles según la intensidad del tráfico que programe el operador. El nivel más bajo se fija cuando el número de trenes por kilómetro es inferior a un millón. El más alto, cuando supera los 10 millones. Por ejemplo, el canon de acceso a las líneas de la red convencional para un operador con alta intensidad es de 15,6 millones anuales.También se tiene en cuenta el horario de paso de los trenes y se establecen en un mismo día franjas punta, normal y valle. La cuantía de las tasas depende también de los tipos de servicio: alta velocidad, interés público (cercanías y regionales), resto de servicios de viajeros y mercancías.La clasificación de las estaciones sigue un criterio parecido al que se aplica en los aeropuertos. Madrid tiene dos terminales de primera categoría. Barcelona, Sevilla y Zaragoza, una sola. La parada en una estación de primera categoría en trayectos de largo recorrido, por ejemplo, implicará el pago de 0,79 euros por pasajero. La orden exime de esta carga a las paradas que tengan una duración inferior a cinco minutos o cuando ésta se efectúe por imperativos del tráfico. El paso por un intercambiador de ancho de vía tiene dos precios, 231 y 173 euros, según si la compañía aporta o no los medios humanos para efectuar la operación.

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