El Ibex se frena tras marcar cuatro máximos
Máximos a velocidad de crucero. La Bolsa marca un hito tras otro sin sacar en ningún momento los pies del tiesto. Sin movimientos extraordinarios. Dice la teoría que la ausencia de volatilidad es una señal de que la tendencia es estable y definida.
Máximos a velocidad de crucero. La Bolsa marca un hito tras otro sin sacar en ningún momento los pies del tiesto. Sin movimientos extraordinarios. Dice la teoría que la ausencia de volatilidad es una señal de que la tendencia es estable y definida. Según esta tesis, el hecho de que la Bolsa suba cada día como un martillo pilón invita a perder el miedo a una caída más allá de correcciones, como la de ayer, que están en el guión.
'La volatilidad no aumenta hasta que empieza a hacerlo. Y entonces sí que cambia la tendencia', replica un gestor de carteras que, pese a la cautela, apuesta por invertir en Bolsa: 'La gente está menos en el mercado de lo que dice. Queda dinero por entrar y aún hay margen alcista, si bien a corto plazo es posible una corrección'. Es este sentimiento, alcista pero prudente, el que domina el mercado actual. Como suele ocurrir en la Bolsa, se trata de la clásica profecía autocumplida. En otras palabras, como el inversor quiere comprar Bolsa pero sin exponerse demasiado, las cotizaciones suben pero sin alharacas.
Ahora bien, ¿está justificado este comportamiento? La ausencia de alternativas de inversión prácticamente obliga a los gestores a estar en el mercado. Pese a la incertidumbre de medio plazo, en el corto los resultados empresariales han sido positivos, la economía de EE UU más o menos marcha y el dinero acude a la Bolsa. Con estos mimbres, resulta difícil para un gestor justificar a sus clientes el permanecer fuera del mercado, si bien apenas nadie se atreve a invertirse al 100%.
La confianza del consumidor dio ayer un buen susto al inversor, aunque éste respondió con la solidez habitual de los últimos tiempos. Muchos son los analistas que esperan una toma de beneficios en el corto plazo pero, si no cambia el escenario de fondo -y ni la Fed ni el BCE parecen interesados en comunicar lo contrario- el mercado sólo alterará su camino para tomarse los consabidos descansos.
El anuncio de la OPEP de reducir su producción un millón de barriles diarios a partir del 1 de abril ha hecho corregir al alza todos los pronósticos sobre el precio del crudo, que en cualquier caso ya estaba bastante por encima de lo que las autoridades de EE UU y la UE ven como razonable. JP Morgan reconoce que el barril de crudo WTI, el de referencia de EE UU, superará ahora los 29 dólares de promedio anual.
Materias primas más caras
El petróleo, los metales y, en general, las materias primas han arrancado 2004 con fuerza. A medida que cunde el consenso sobre la recuperación económica, los precios de los materiales necesarios para atender eventuales aumentos de demanda han repuntado. Las materias primas suelen ser un indicador cíclico importante, pues implica que la economía real empieza a repuntar de verdad, más allá de las cábalas de los analistas y los altibajos de los mercados de divisas.El petróleo es, obviamente, el material cuyas alzas son más reseñables, por la importancia que tiene para el conjunto de las economías, pero el alza afecta a un amplio abanico. Ahora bien, más que a la recuperación económica estadounidense, aún en mantillas, muchos analistas explican este repunte de la actividad económica tradicional con la demanda china. La dimensión de esta economía y la rapidez de su crecimiento han trastocado el mercado.