Eisner pierde apoyos entre los accionistas de Disney
La consultora Institutional Shareholder Services ha recomendado a los accionistas de Disney que el día 3 de marzo, en una crucial junta, no voten a favor de la gestión de su presidente Michael Eisner. No es el único frente abierto para este ejecutivo. El consejo de la empresa de entretenimiento estudia la oferta no solicitada de compra presentada el miércoles por Comcast, aunque ni ha dicho cuándo dará su veredicto ni ha ofrecido más respuesta que hablar del futuro en solitario de su compañía. Tal y como tenía previsto.
Michael Eisner no parecía estar precisamente contra las cuerdas el día después de la opa de Comcast sobre Disney. Ayer se celebraba el segundo día de conferencias ante inversores y analistas. Y era también el segundo día tras la opa hostil lanzada por Comcast. El presidente de Disney se mostraba abierto y dicharachero. Su fama de crecerse ante la adversidad le precede.
Ante Eisner se han abierto dos frentes en una batalla de incierto final. Por un lado, la empresa no ha hecho más mención oficial que la del miércoles a la oferta de Comcast. Se estudiará la oferta y en el momento apropiado se dará la respuesta adecuada, dijo Eisner al comienzo de su sesión de conferencias el miércoles. æpermil;sa fue la única referencia que hizo Eisner. La dirección de Disney ha redoblado los esfuerzos por convencer del potencial, siempre en solitario, de la empresa, e incluso ha llegado a anticipar la publicación de sus -buenos- resultados trimestrales para convencer con números a los analistas.
En este frente, Eisner no sólo tiene los números a su favor, también está aliada la memoria de los inversores, que han visto como acuerdos de titanes de medios como la fusión AOL Time Warner no han tenido el éxito esperado. 'Puede ser interesante la combinación de contenidos y distribución, pero no creemos que lo sea tanto tal y como hemos visto con Time Warner, que todavía tiene que demostrar que esa unión es beneficiosa', se leía en el análisis de Jill Krutik, de Smith Barney, informa Reuters.
Disney ha redoblado esfuerzos por convencer de su potencial
Los ejecutivos de Disney, que el martes, tras la breve comunicación entre Eisner y Roberts, llegaron a plantearse qué hacer ante una oferta más concreta, han intentado ignorar durante estas reuniones la realidad de esta opa, que además ha dado alas a su cotización. Ayer se hablaba de planes de crecimiento hasta 2007 y la confianza en la producción y creatividad de sus estudios pese a la reciente y traumática ruptura con Pixar.
No obstante, Comcast pesa. Y mientras se hacen cábalas sobre el futuro de los parques temáticos bajo la nueva dirección (a pesar de que dijeran que los mantendrían), las quinielas, que se hacen tanto en medios como entre los analistas, pasan sobre todo por la posibilidad de que emerja un caballero blanco que ponga las cosas difíciles a Roberts, ya que Disney apenas tiene defensas.
Sin embargo, no parecen surgir muchos candidatos. Sólo Barry Diller, amigo de Eisner y cabeza de un imperio en internet, Interactive Corp, o John Malone, de Liberty Media, se barajan como posibles aspirantes. Otras empresas tendrían problemas con los reguladores de la competencia, como mínimo. El nombre de Microsoft flota en el ambiente, aunque ésta sería la mayor compra fuera de su área de negocio.
Y no acaban ahí los problemas para Eisner. Cuando quedan 20 días para la crucial junta de accionistas, que se celebrará en Filadelfia, Institutional Shareholder Services (ISS) una de las consultoras a las que más acuden los accionistas en busca de consejo, recomendó que no se apoyara la reelección del consejo de Disney. La empresa de ocio lleva varias semanas intentando convencer a los grandes accionistas de que ha avanzado en su muy criticada estructura de gobierno. Y sólo en esta semana ha anunciado que ha empezado a estudiar la cuestión de la sucesión de Eisner (uno de los elementos más criticados de su gestión) tras 20 años al frente de la compañía; además cree que la decisión del ISS es injusta.
Los esfuerzos por hacerse con el favor del accionariado se producen cuando Eisner se enfrenta a la batalla que le van a presentar dos ex consejero de la empresa, y que no solamente fueron los responsables de que en 1984 él mismo tomara el mando sino que, además, uno de ellos es el último miembro de la familia Disney, Roy Disney, que se sentaba en el consejo hasta el pasado diciembre.
Roy Disney fue despedido del consejo por haber llegado a la edad de jubilación. Pero el sobrino del fundador cree que Eisner le echó a él y a Stanley Gold por las críticas a su gestión. Disney y Gold están arengando a los accionistas para que voten en un sentido parecido al que ayer recomendó ISS.
Las consultoras ayudarán en la toma de decisiones
Es la bendición que todos esperan en situaciones límites. Institutional Shareholders Services o Council of Institutional Investors juegan un papel determinante en momentos de crisis cuando los accionistas no saben realmente qué hacer. El peso de instituciones como éstas se probó recientemente en la también tumultuosa junta en la que la presidenta de Hewlett-Packard, Carly Fiorina, se enfrentó con Walter Hewlett, hijo del fundador de la empresa, a resultas de la megafusión con Compaq.En aquel momento ISS, que es consultora de más de 750 inversores institucionales, apoyó la operación y Fiorina lo vio como 'un importante voto de confianza'. Ahora Disney tiene ISS en contra y accionistas como el poderoso fondo de pensiones Calpers, el más grande del país y con acciones tanto en Comcast como en Disney, tienen que sopesar el sentido de su voto con esta recomendación.Otra de las consultoras, Conuncil of Institutional Investors, todavía no ha dado a conocer su parecer sobre lo que hacer el día 3 de marzo.
El heredero del sueño americano
Disney puede ser un icono internacional, pero la menos conocida Comcast es la historia del sueño americano que todos los estadounidenses quieren oír de su país, y su actual presidente es uno de sus protagonistas.La compañía de cable tiene una capitalización bursátil que ronda los 68.000 millones de dólares (frente a los 58.000 de Disney) y una facturación de 18.300 millones, pero la empresa nació casi de la nada, cuando un fabricante de cinturones y tensores, Ralph Roberts, vio cómo en los años sesenta su negocio se venía abajo. En un intento por reinventarse y sacar adelante a su familia, Roberts empezó a hacerse con una pequeña compañía de cable de Misisipí que contaba con 1.200 clientes. El negocio creció con compras, negociadas con dureza, y con una gestión meticulosa, que ha continuado Brian, de 44 años, el único de los cinco hijos de Ralph en la empresa.El hoy presidente y consejero delegado de la empresa tenía apenas tres años cuando su padre comenzó a poner los cimientos de Comcast. Antes de llegar al despacho clave de la oficina de Filadelfia, Brian, graduado por la escuela de negocios de Wharton (Universidad de Pensilvania), trabajó como técnico y atendió centralitas para conocer el negocio de su padre desde todos los ángulos posibles.Hoy, la compañía de cable tiene 21,5 millones de suscriptores gracias a una opa lanzada sobre las operaciones de AT&T en este sector, por 50.000 millones de dólares, hace apenas dos años. Aquella operación, hecha en un momento de gran debilidad de AT&T Broadband, que se hallaba cargada de una deuda poco manejable, le ganó una fama de oportunista a este ejecutivo de, sin embargo, calmadas maneras, que ha revalidado ahora con la oferta sobre la desprotegida Disney.Roberts, que en su biografía incluye sus trofeos de squash, es miembro, entre otras entidades, del consejo del Banco de Nueva York y del Centro Simon Wiesenthal, además de cofundador de Philadelphia 2000, un comité que a pesar de alegar que no es partidista, consiguió que la convención del Comité Republicano se celebrara en esta ciudad cuando hacía años que no estaba en el mapa político nacional.Una de las cosas que se le ha reconocido a Brian Roberts es su constante interés por la evolución de las tecnologías, desde el desarrollo de las aplicaciones del cable para competir con la televisión digital hasta el vídeo a la carta o la alta velocidad en internet, y ahora el contenido para todos esos canales.Otro de sus activos es rodearse de gestores con solvencia probada. Es el caso de Steve Burke, otro hijo de generaciones de empresarios y ex directivo de Disney.