La ciencia española saca billete para Marte
Entre la realidad marciana que transmiten las imágenes enviadas por los rover-sonda Spirit y Opportunity sobre Marte y el proyecto más ambicioso y etéreo aún del presidente George Bush de preparar la exploración humana a la Luna y el planeta rojo, hay muchos años de distancia, muchas incógnitas presupuestarias que despejar y muchos giros de estrategia de investigación científica. Pero España, en concreto la ciencia española, quiere participar.
Con este proyecto en mente, el secretario de Estado de Política Científica y Tecnológica -dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología-, Pedro Morenés, y el administrador general de la NASA, Sean O'Keefe, firmaron ayer en Washington un acuerdo que formaliza la participación española en las futuras misiones a y en Marte. Morenés recordaba ayer que España ya colabora con la NASA en otros proyectos a través del Inta y el Centro de Astrobiología, pero lo que ahora se plantea en España es reforzar estas colaboraciones con el objetivo puesto en Marte. 'España está dispuesta a invertir en esta colaboración, consciente de cuáles son sus capacidades, una colaboración que es complementaria a la que hay con la ESA', afirmaba ayer un portavoz del ministerio.
Pero Marte está lejos y pese al entusiasmo con el que el presidente Bush planteó esta audaz propuesta a los estadounidenses y el mundo, hace unas semanas, con los pies más firmes en el planeta Tierra, el presidente omitió este ambicioso programa espacial en su último discurso del estado de la Unión. En el presupuesto para 2005 presentado esta semana, y que puede ser modificado en su tramitación en el Congreso, se prevé un ligero aumento del 5,6% del presupuesto de la NASA, que pasa a ser de 16.240 millones, y la mayor partida se dedicará a la investigación de vuelos tripulados, algo que tiene grandes detractores en el país.
El acuerdo del ministerio español llega cuando se están dando los primeros pasos en la nueva orientación espacial de EE UU, pero llevará tiempo. Tal y como señalan desde este departamento, en los próximos meses se terminarán de redactar informes de trabajo para determinar las áreas, como la investigación geológica, que permitirán la colaboración en los próximos viajes a Marte. Por ahora existen algunas aproximaciones a la colaboración, pero desde el ministerio se prefiere que los detalles se den a conocer cuando el estudio esté completo. Tampoco hay detallada aún una nueva dotación presupuestaria para este nuevo programa con el que España quiere poner sus ojos en Marte a través de EE UU.
Los responsables de Ciencia y Tecnología se dedicaron también a otros aspectos más terrenales para profundizar su relación. Morenés se entrevistó con el titular del departamento de Energía, Spencer Abraham, y el director general de la oficina de la ciencia, Raymond Orbach, para ampliar los marcos de colaboración en materia de ciencia y energía. El objetivo es que España participe como país individual, y no sólo como parte del Euratom y la UE, en programas de desarrollo de nuevas energías y la economía del hidrógeno (IPHE), donde todavía quedan muchos retos por resolver.