El presidente de Shell se niega a dimitir por el error en las reservas de la compañía
La firma petrolera angloholandesa Royal Dutch/Shell anunció ayer un beneficio neto para el conjunto del ejercicio 2003 de 11.701 millones de dólares, 9.320 millones de euros, un 27% más que el año anterior. Pero este aumento récord, debido en gran parte a los altos precios del petróleo, no fue suficiente para contener la furia de los accionistas, que continúan pidiendo la dimisión del presidente, Philip Watts.
Los inversores no entienden la ausencia de Watts durante el sorprendente anuncio el pasado 9 de enero de que la empresa había sobrevalorado 'por error' sus reservas de crudo y gas en 3.900 millones de barriles, un 20% del total previsto originalmente.
La reducción afectaría sobre todo a los yacimientos de Nigeria y Australia, pero ayer Shell dijo que sus proyectos en Kazajistán, Noruega y Omán también se verían tocados
Watts, que se jubilará en 2005, admitió que su ausencia fue 'un error', pero dijo que no tenía ninguna intención de dimitir. El presidente señaló que está en conversaciones con la SEC para aclarar algunos documentos registrados en 2002 con información sobre sus reservas. Shell tiene pendiente una querella en EE UU por este motivo. El anuncio de la sobrevaloración de reservas el mes pasado provocó una caída del 7% en el valor de las acciones de la empresa y una pérdida de 12.000 millones de euros en su capitalización.
En el cuarto trimestre Shell sufrió una caída en sus beneficios del 33%, hasta los 1.520 millones de euros, tras una carga extraordinaria de 800 millones por la venta de activos. La compañía decepcionó ayer aún más a los inversores al informar que la producción de gas y petróleo se mantendrá estable este año y que se reducirá un 2% en 2005.