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Columna
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Gobierno corporativo y red

La orden del Ministerio de Economía que desarrolla la Ley de Transparencia ha consagrado la presencia de internet en el ámbito societario. Todas las empresas que coticen en Bolsa deben publicar anualmente un informe completo sobre su gobierno corporativo y tener una web en la red donde ese informe esté disponible para accionistas e inversores, de acuerdo con lo que hace un año recomendó la Comisión Aldama.

La orden que trajeron los Reyes Magos, ya que se publicó el 7 de enero en el BOE, ha suscitado algunas protestas al tener que cumplirse sólo un mes después. Protesta injusta, pero eficaz, pues se ha flexibilizado la orden y el 9 de febrero sólo será obligatoria la web, no el informe sobre gobierno corporativo que puede demorarse hasta la junta de accionistas.

A los previsores no les ha faltado tiempo y hay empresas que ya tienen su informe de gobierno en la web corporativa, pues la Ley de Transparencia reguló hace más de medio año, en julio pasado, los nuevos instrumentos de información y la incorporación de las nuevas tecnologías. Mejor hubiera sido que las empresas se hubieran puesto ya las pilas para que el tan nombrado corporate governance ayude pronto a que más accionistas dejen su triste papel de meras figuras decorativas.

Es urgente que la CNMV precise qué deben presentar las empresas conforme a la nueva Ley de Transparencia

Las nuevas tecnologías entreabren la puerta para que participen más activamente en la vida de las empresas los accionistas más emprendedores. Por ejemplo, utilizando el correo electrónico podrán votar en las juntas, una posibilidad que la orden de Economía debería haber dejado más clara y que recortará algo el poder de los bancos, que llevan a las juntas los votos delegados de los accionistas conseguidos a través de sus sucursales.

Pero la realidad, desalentadora realidad, es que a la mayoría de los accionistas sólo les preocupa tener una rentabilidad alta y, en segundo término, un buen dividendo, y están poco o nada interesados por las juntas, la transparencia y el buen gobierno corporativo de la sociedad en la que han invertido su dinero, aunque todos son factores que afectan a la cotización de sus acciones y que tienen un efecto psicológico en el mercado. Refuerzan la confianza en la empresa, y si el inversor confía, compra; si no, vende.

Con la nueva orden todas las empresas españolas cotizadas en Bolsa tienen que modificar sus estatutos sociales a lo largo del primer semestre de 2004, para permitir, entre otras cosas, que la convocatoria de las juntas de accionistas, siempre con 15 días naturales de antelación, se realice también por internet; para que hasta siete días antes se pueda solicitar, por la misma vía, información sobre los puntos del orden del día, y, por último, para votar. En todos los casos, los derechos de información, asistencia, voto y representación que se ejerciten vía internet precisarán de la utilización de una firma electrónica.

También le toca actuar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuyas funciones se potencian. Ha de precisar el modelo de informe que deben presentar las empresas documentando las recomendaciones del buen gobierno corporativo, concretar los detalles de los acuerdos intragrupos que serán objeto de información pública al mercado y definir medios y procedimientos para otorgar delegaciones de voto y ejercer el voto por internet. Es urgente que lo haga, ya.

La información es la piedra angular sobre la que descansan los mercados financieros e internet es un poderoso canal de comunicación que democratiza la información disponible, la hace más transparente y abundante. Por tanto, aplaudamos su incorporación como herramienta al gobierno corporativo, pero no nos contentemos con quedarnos en donde hemos llegado.

Hubo una Comisión Olivencia y una Comisión Aldama, para reforzar la transparencia en las empresas, e incluso una Comisión Calero-Bercovitz-Rojo, que redactó un anteproyecto de Código de Sociedades Mercantiles, pionero en incorporar una normativa especial para las empresas cotizadas en Bolsa y del que nada se ha vuelto a saber. Creemos una nueva comisión para impulsar una internet más interactiva, una herramienta que de verdad estimule a los accionistas a solicitar información y a ser más participativos a la hora de votar y de hacer propuestas, reforzando así su protagonismo.

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