Boliden demanda a Dragados por el vertido de Aznalcóllar
Boliden señala en su comunicado que la decisión de pedir daños y perjuicios a Dragados -ahora filial de ACS- se basa en que 'los informes tanto de una comisión de investigación como del procedimiento criminal concluyeron que el vertido se produjo por defectos en el diseño y construcción de la balsa minera'.
Dicha balsa de la filial de Boliden en Aznalcóllar (Sevilla) la diseñó Dragados, cuyo portavoz aseguró ayer no tener constancia de la formalización de esta demanda con la que Boliden había amenazado en diversas ocasiones. Ante las repetidas acusaciones de la compañía sueca, Dragados replica que Boliden Apirsa no efectuó las operaciones necesarias de bombeo ni depuración en la balsa minera, lo que produjo la acumulación de millones de litros de agua contaminada y su rotura.
Meses después de que Boliden decidiera cesar sus actividades en Aznalcóllar (2 de octubre de 2000), la compañía cifró en 420 millones de euros las pérdidas que las consecuencias del vertido tóxico le habían ocasionado. Los procedimientos que se abrieron para reclamar su responsabilidad por los daños ecológicos, que no se pudieron concluir, le ocasionaron una pérdida de valor bursátil en torno a 300 millones de euros, según estimaron fuentes cercanas a Boliden. Además, los gastos derivados del accidente se elevaron a 96 millones.
La filial española se declaró insolvente para sufragar los 180 millones que le reclamó la Junta de Andalucía por los trabajos de recuperación de los daños en el entorno del Parque Nacional de Doñana, a 80 kilómetros de Aznalcóllar. En noviembre de 2001, la jueza archivó la querella por la vía penal que interpuso la Junta de Andalucía para intentar cobrar.
La catástrofe medioambiental más importante en la historia de Andalucía tuvo después su réplica social, porque el cierre de Boliden Apirsa en Aznalcóllar dejó sin trabajo a toda una comarca.
Boliden anunció el pasado mes de diciembre que pasará a llamarse Nueva Boliden, tras concluir la compra de las divisiones de minería y fundición de la finlandesa Outokumpu por 732,6 millones. La operación crea un gigante mundial en la explotación del zinc y del cobre.
Una reclamación anunciada hace tres años
Boliden Limited, multinacional matriz de la compañía Boliden Apirsa que explotaba el yacimiento de Aznalcóllar, anunció en enero de 2003 que tarde o temprano interpondría una reclamación por daños y perjuicios contra Dragados. Esta compañía construyó la balsa de residuos siniestrada.El anuncio vino apenas unos días después de que la jueza que dirigía la causa penal contra la compañía sueca, Celia Benhajd Ben Gómez, archivase el caso al no apreciar indicios de delito de la compañía minera. Pero su auto de archivo no se detuvo ahí y abrió las puertas a la reclamación de Boliden. La jueza dejaba en el auto dos pistas: que Dragados había construido la balsa siniestrada y que, una vez archivada la causa penal, quedaba la puerta abierta a que las partes que se sintiesen perjudicadas iniciasen la vía civil.