18 artistas analizan la relación entre lo público y lo privado
Dieciocho artistas de diferentes géneros y contextos geográficos exploran la ambigüedad entre la esfera pública y el ámbito privado en la exposición Revolving doors, que se puede ver desde ayer hasta el 29 de febrero en la Fundación Telefónica (Fuencarral, 3. Madrid).
Revolving doors toma su título de la imagen Porte 11, rue Larrey, la puerta que el artista francés Marcel Duchamp encargó a un carpintero a partir de sus indicaciones y que comunicaba el estudio, el dormitorio y el baño del apartamento parisino que habitó entre 1927 y 1942, de manera que, al abrir una estancia, simultáneamente cerraba otra, y viceversa, explicó la comisaria Montse Badia. Una imagen evocadora de la fluidez y ambigüedad entre los ámbitos de lo público y lo privado que la exposición se propone explorar.
Según la reflexión de esta crítica de arte y comisaria independiente, el espacio público ha sido, y todavía es, un reflejo de las voluntades políticas, del tejido social, de las dinámicas culturales y del contexto económico, así como de la reorganización y la expansión de las ciudades. De ser un lugar específico de experiencia democrática, el espacio público ha pasado a ser un lugar de conexión de usos y funciones diferentes. Además, la disolución entre público y privado se hace más evidente ahora, con la intervención de las tecnologías de la comunicación y la información.
La muestra incluye obras realizadas en diversos formatos que incluyen vídeo, fotografía, instalación o el registro de proyectos y acciones desarrollados fuera del contexto expositivo.
Zbig Rybczynski (El nuevo libro, 1975) propone la fluidez entre distintos escenarios como paráfrasis de las relaciones sociales, Vito Acconci (Following piece, 1969) presenta la invasión del espacio público de los individuos, otros artistas como Francis Alfis (Time is a trick of the mind, 1999), Gilliam Waring (Dancing in Peckham, 1994) o Colin Cook (Everything is beautiful, 1993) inciden en la definición del espacio personal y la presentación individual en público.
Así, los artistas participantes se van aproximando a la relación público-privado desde propuestas críticas, irónicas, poéticas o subversivas.
Revolving doors inaugura el calendario expositivo de 2004 y es un referente de la programación de Telefónica. La fotografía tendrá gran protagonismo este año con la exposición de la colección de fotografía contemporánea de Telefónica y muestras de Javier Vallhonrat, Joan Colom o Montserrat Soto.