La UE prepara medidas para evitar que se repita el escándalo Parmalat
El comisario europeo de Mercado Interior y Fiscalidad, Frits Bolkestein,anunció hoy en Bruselas que la Comisión está ultimando sus propuestas de revisión de la octava directiva de sociedades con el fin de que no se repita el escándalo financiero que ha hundido en la quiebra al gigante de la alimentación Parmalat. La cuestión fue analizada hoy por los Quince durante la reunión del Consejo de ministros de Economía y Finanzas (Ecofin), donde Bolkestein informó de que ha ordenado un análisis específico del caso con el fin de establecer si es necesario incluir modificaciones en la propuesta que presentará el próximo mes de marzo. En su opinión, aunque todavía deben conocerse los detalles de las irregularidades, este caso de argucias financieras "podría ser peor" que el que sacudió a la norteamericana Enron en 2002.
Hasta ahora se ha sabido que algunas de las entidades investigadas en relación con la desaparición de 10.000 millones de euros de las cuentas de Parmalat son Citigroup, Bank of America, Deutsche Bank y JP Morgan, así como los cuatro principales bancos italianos: Intesa, Capitalia, San Paolo y Monte Paschi di Siena. Bolkestein recordó que tras el escándalo de Enron él mismo advirtió de que Europa no debía tener una actitud complaciente, porque escándalos como ese podían producirse a ambos lados del Atlántico. Por este motivo, señaló que el Ejecutivo quiere poner en marcha un plan de acción para mejorar las auditorías y el gobierno empresarial en la Unión.
Su propuesta, que regula las reglas sobre auditores estatutarios, recoge ideas como introducir el principio de que haya un grupo de auditores totalmente responsable para los informes de auditorías en relación con las cuentas consolidadas de todo el conglomerado. "Parmalat subraya aspectos urgentes para exigir a todos los directores tener una responsabilidad colectiva dentro del grupo", recalcó.
Además, deberán existir reglas para una alta calidad de las auditorías, la independencia y la ética de los auditores, imponer el uso de estándares de auditoría de alta calidad para todas las auditorías, reforzar sanciones contra las malas prácticas e incrementar la cooperación entre las autoridades europeas y reguladores de países terceros. El objetivo es impedir operaciones fraudulentas que toquen a diferentes jurisdicciones, apuntó el comisario.
Por otra parte, el responsable europeo hizo un llamamiento a los ministros para que a la luz del caso Parmalat completen la aplicación a su ordenamiento interno las nuevas reglas derivadas de la Directiva de Abuso de Mercado (que debe estar traspuesta en octubre de 2004), la Directiva de Folletos (mediados de 2005) y la Directiva de Transparencia.