El Gobierno se congratula del dato y augura nuevas caídas
El vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato, calificó ayer de bueno el dato de inflación de 2003 que prueba que España ha superado las tensiones inflacionistas de 2002 y con el que se acorta el diferencial de inflación con Europa, que se sitúa en torno al medio punto, mientras se mantiene un mayor crecimiento.
Además, afirmó que éste 'es un buen dato desde todos los puntos de vista', pues 'significa que las tensiones que se produjeron en 2002, que se cerró con una inflación del 4%, estaban relacionadas con temas temporales', como la subida de impuestos para financiar la sanidad.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirmó que la desaceleración de la inflación supondrá que en 'primavera vamos a estar cerca del 2%'. Montoro añadió que esa tasa del 2% 'reforzará la actividad, dará calidad a nuestro crecimiento económico y es una garantía para que en España podamos seguir creando empleo'.
Críticas
En cambio, el PSOE consideró que la inflación de 2003 'evidencia una vez más la ausencia de una política de control de la inflación por parte del Gobierno', dado que no obedece al control de los precios, sino a la evolución del consumo privado y, por tanto, de la demanda interna.
El PSOE indicó, en una nota de prensa, que esta tasa es positiva si se compara con la del año anterior y que la mejoría no es atribuible a méritos del Ejecutivo que 'un año más no ha hecho nada para controlar la inflación ni ha tomado medidas para mejorar la competencia de los mercados'.
Por último, el responsable de economía de IU, Felipe Alcaraz, denunció ayer que la subida de los precios perjudica especialmente a los pobres, porque los bienes y servicios que más se encarecieron fueron los más necesarios, como la alimentación y la enseñanza. Para Alcaraz, estos datos chocan con las declaraciones de José María Aznar, quien aseguró en EE UU que en España hay 'casi 43 millones de personas con alto poder adquisitivo'.