Uni2, condenada por captar clientes de forma fraudulenta
El largo conflicto desatado entre las operadoras de telecomunicaciones por las prácticas utilizadas para la captación de clientes empieza a tener sus primeros resultados concretos. Un juzgado de primera instancia ha condenado a Uni2 por competencia desleal, al considerar probado que la telefónica captó abonados de forma fraudulenta y mediante engaño.
Telefónica ha sido la promotora de la demanda, cuya sentencia se comunicó ayer a las partes. Uni2 tiene ahora cinco días para recurrir e intentar convencer de su inocencia a la Audiencia Provincial de Madrid.
El juzgado de primera instancia, sin embargo, no ha tenido dudas. Telefónica ha presentado como pruebas los testimonios de varios clientes que aseguran haber sido preseleccionados con Uni2 sin su consentimiento, y el tribunal los ha aceptado sin reservas. La preselección implica el cambio de operador para parte o la totalidad de las llamadas sin necesidad de marcar prefijo alguno y, según los testimonios presentados, varios clientes fueron captados mediante engaño, fraude o falsificación de firmas. Uni2, filial de France Télécom, alegó en su descargo la existencia de buena fe en todos sus actos. La operadora, además, ha implantado medidas correctoras y sancionadoras con los distribuidores para intentar limitar esta práctica. Según explicaron ayer fuentes de la compañía, ahora se llama a los nuevos clientes por teléfono para verificar su consentimiento y se toman drásticas medidas con los distribuidores cuando se constata que han logrado un abonado de forma irregular.
Pero las argumentaciones no convencieron al juez, para quien Uni2 no ha logrado explicar el porqué de 'la multitud de altas fraudulentas'. La operadora tendrá que cesar en estas prácticas y permitir la baja a todos los clientes que fueron captados sin su consentimiento y siguen con Uni2.
Una misma denuncia por varias vías
La raíz del problema entre Telefónica y Uni2 está en la denominada preselección, una modalidad que permite a un abonado cursar todas las llamadas a través de un operador alternativo sin necesidad de marcar prefijo. Cuando el Gobierno dio luz verde a esta facilidad, las operadoras se lanzaron a ganar cuota de mercado por esta vía, en un proceso que terminó con denuncias a varias telefónicas y en distintas instancias, desde la justicia ordinaria al Ministerio Fiscal, pasando por la Comisión de las Telecomunicaciones y el Tribunal de Defensa de la Competencia.