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Comentario

Incertidumbre para 2004

Juan Ignacio Crespo

Con independencia de que las grandes redes que distribuyen fondos den con la clave de los productos estandarizados que van a colocar en 2004, a los gestores de fondos, nadie les va a salvar de la tesitura de tener que hacer hipótesis sobre cuál va a ser la marcha de los diferentes mercados y de tomar las decisiones de inversión correspondientes.

Tras el año de fuertes revalorizaciones de la renta variable que ha sido 2003, parece bastante improbable que la cosecha vuelva a repetirse. Aunque podría preguntarse: si ha habido tres años malos de Bolsa, ¿por qué no, al menos, otro año bueno?

La marcha de la economía mundial y el optimismo reinante sobre la capacidad de las empresas de generar beneficios que no se deban sólo a la reducción de costes parecen augurar que podría ser así. Pero la desconfianza reina en medio del optimismo. Y con motivo, pues todo apunta a que estamos en un periodo histórico caracterizado por la necesidad de que se realicen grandes ajustes que, de hecho, ya han comenzado a producirse. No otra cosa es lo que ha sucedido desde hace cuatro años: ajuste del exceso de inversión de los últimos años noventa; ajuste de la sobrevaloración de las Bolsas y ajuste del dólar.

Pero aún quedan otros por hacer. No está claro que se haya corregido totalmente el exceso de capacidad del año 2000. Más bien parece que no. En estos tres años se ha generado ese nuevo y enorme desequilibrio que es el déficit fiscal norteamericano, a la vez que se incrementaba otro ya existente, el déficit de la balanza por cuenta corriente. Una etapa de corrección de desequilibrios que recuerda, en versión light, el segundo mandato de Ronald Reagan y el único del George Bush padre, y en la más heavy, los años 1968 a 1982.

¿Cuál la consecuencia más probable? Por el momento, y con un enorme grado de acuerdo, la continuación del declive del dólar frente al euro. La incógnita es si irá acompañado de alguna singularidad o crisis. Y, para las Bolsas, un impulso adicional que podría llevarlas hasta niveles del 11.000 del Dow Jones (8.300 del Ibex) antes de experimentar todas un retroceso del 10% al 12%. Si ocurriera así, y tras una recuperación relativamente rápida, lo más probable sería que iniciaran un movimiento lateral antes de asaltar los máximos de este movimiento alcista insertado en un período de Bolsa esencialmente inestable. Si ese tirón final se produjera ya en 2005, los fondos de renta variable terminarían 2004 en los niveles actuales.

Se han registrado varios ajustes, pero quedan muchos otros por hacer

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