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Tendencias

La Bolsa y el euro siguen de la mano, imparables

Dos de dos. Nuevos máximos en la segunda sesión bursátil del año. El Ibex ignoró la escalada del euro y subió un 0,41% para situarse en el nivel más alto desde mayo de 2002. La moneda única, también imparable, avanzó hasta 1,2665 dólares tras tocar un nuevo máximo de 1,2696 durante la sesión.

Históricamente existe una correlación negativa entre un dólar débil y el comportamiento de las Bolsas europeas. En los últimos meses los mercados han desafiado las estadísticas y suben de la mano del euro. Este comportamiento no es nuevo. En la reciente década de los noventa ya se vio y los inversores, de momento, no se asustan.

'Hace unos meses nos hubiera parecido normal que un descenso del dólar aumentara la inestabilidad del resto de los mercados. Ahora este hecho no se acoge con indiferencia sino de forma positiva', explica José Luis Martínez, de Citigroup.

La fuerte recuperación de la economía sin tensiones en los precios, el papel de EE UU como motor del crecimiento mundial o la suficiente liquidez para explicar tanto las alzas de la deuda como de las Bolsas son algunos motivos que cita Martínez para explicar el optimismo que reina en los mercados.

'La fortaleza del euro no está afectando significativamente a la economía europea y no debe interpretarse de forma negativa. EE UU necesita un dólar débil para que el sector exterior contribuya a la recuperación. Pese a la depreciación reciente del dólar, el déficit comercial sigue aumentando y EE UU necesitaría una divisa aún más débil. Lo importante para Europa es que tire la economía americana', añade Prem Tapar, de BNP Paribas.

Las autoridades de EE UU tampoco están preocupadas y la caída del dólar ayer se vio acentuada por las últimas declaraciones de un miembro de la Reserva Federal. Ben S. Bernanke aseguró que el riesgo de que haya una crisis del dólar es 'bastante pequeño'. Añadió que valorar el dólar sólo frente al euro puede resultar 'engañoso'. Estas palabras vuelven a dejar entrever que las autoridades apoyan un dólar débil y prevén mantener los tipos de interés bajos un tiempo.

¿Es sostenible la situación actual? Los expertos continúan apostando por los mercados siempre que el euro no se aprecie más allá de 1,3 dólares y los resultados empresariales no decepcionen. 'Superar esa barrera podría provocar una crisis de confianza que llevaría el euro a 1,5 dólares en meses', explica Josep Prats, de Ahorro Corporación.

'Las Bolsas seguirán subiendo mientras las expectativas de beneficios sigan siendo buenas', concluye Andrés Vázquez, de Safei.

Un dólar débil Riesgos y beneficios para España

P ¿Es negativo un dólar débil para la Bolsa española?R Las empresas de mayor ponderación del Ibex como Telefónica, Repsol, SCH o BBVA tienen negocios en Latinoamérica. El peso mexicano, el real y el resto de las divisas de la región están muy ligadas al comportamiento del dólar. Por ello un billete verde débil es perjudicial ya que debilita las monedas de la región y esto queda reflejado en la reducción de los beneficios de estas compañías al otro lado del Atlántico, algo en principio negativo para la Bolsa. Algunos expertos, no obstante, restan importancia a la subida del dólar y señalan que las monedas latinoamericanas van más ligadas a los avatares políticos y financieros de cada país que a la propia evolución del billete verde. El peso chileno, por ejemplo, se revalorizó un 18% en 2003. Reconocen, eso sí, que en momentos de estabilidad política la evolución del dólar está mucho más ligada al comportamiento de las divisas de la región.P ¿Desde el punto de vista económico ofrecería alguna ventaja para España un dólar débil?R Según algunos expertos, la caída del dólar no tiene por qué ser negativo en términos de crecimiento. Es un factor que puede resultar positivo si contribuye a acelerar la competitividad de las empresas al forzarlas a ser más eficientes.P ¿Ayudará el abaratamiento del dólar a reducir el gasto actual en energía?R El encarecimiento del euro tiene un efecto negativo para las empresas exportadoras europeas, ya que pierden competitividad cuando venden sus productos en dólares. El gasto en petróleo y energía, no obstante, puede ayudar a mitigar este desequilibrio. Estas facturas se abaratan gracias a la caída del dólar, lo que ayuda a contrarrestar los menores ingresos en el extranjero. Así, la fortaleza del euro supone, además, una importante protección de las economías frente a la amenaza de la inflación.

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