Tocando fondo con los tipos de intervención
Los fondos de renta fija a corto plazo, junto con los Fiamm, han sido los parias del mundo de la inversión colectiva en 2003. No sólo por la escasa rentabilidad que han estado proporcionando, que hace que la comisión de gestión anule en muchos casos buena parte de la rentabilidad obtenida de la cartera, sino que, como consecuencia de ello, precisamente, su patrimonio global empezó a decrecer desde mediados de año.
Y eso que los tipos de interés de intervención no han continuado con la senda descendente, pues hubo un momento, cuando las discusiones sobre la posibilidad de una deflación en EE UU y en el resto de las economías, que llevó a pensar que los tipos podrían situarse por debajo del 2% actual.
La conjetura de que el Banco Central Europeo pudiera seguir bajando tipos (sobre todo si la Reserva Federal seguía en EE UU esa política) hizo pensar en los quebraderos de cabeza que ello habría de crear a mercados perfectamente establecidos desde hace muchos años: el mercado de repos de deuda, el de depósitos en eurodólares o los mercados de cambio.
La alarma fue excesiva y las sociedades gestoras de fondos de inversión sí que se han visto obligadas a crear fondos de renta fija a corto plazo que junten en la misma cartera bonos de corto plazo con técnicas de gestión alternativa, son los monetarios dinámicos.