El coste de la inexperiencia
La afición a salir a la montaña ha crecido espectacularmente en los últimos diez años. Los montañeros de toda la vida se han visto sorprendidos por un aluvión de excursionistas que, enfebrecidos por el señuelo de respirar aire puro y sumergirse en la vida sana, no dudan en someterse a una variada gama de riesgos desconocidos.
La audacia de estos aficionados, que en ocasiones, arrastran a sus familias, ha disparado los costes de unos rescates que han crecido en paralelo. La atención a los accidentados supuso el año pasado más de seis millones de euros. Algunos de estos rescates se habrían evitado si los aguerridos padres de familia que salieron a la montaña en mangas de camisa en un día soleado se hubieran informado de que las diferencias geográficas y de horario entre el punto de partida y el de destino pueden alcanzar diferencias térmicas incluso superiores a los 20 grados centígrados.
Aragón, Cataluña y la región francesa de Midi-Pyrénées han acordado gastarse 2,4 millones de euros para desarrollar un sistema de vigilancia por satélite que mejorará la atención a los accidentados. La Unión Europea está dispuesta a aportar la mitad del presupuesto, dentro de su programa de apoyo a la economía de las regiones transfronterizas.
Francisco Rojas, técnico del Instituto Tecnológico de Aragón y Manuel Avellanas, médico y también experimentado montañero, se han comprometido en sacar adelante una iniciativa que influirá en la calidad de la oferta turística del Pirineo.
Rojas subraya que el sistema, que se prevé que esté operativo en dos años, 'supondrá una experiencia piloto en la descentralización de servicios sanitarios con herramientas telemáticas y el desarrollo de una plataforma de demostración de servicios avanzados de comunicación en la sanidad del mundo rural. Además, diferenciará la oferta turística del Pirineo de Huesca y del valle de Arán, lo que puede traducirse en importantes mejoras en los ingresos para la economía de estas zonas'.
Para Avellanas, 'el sistema, tal como ha sido diseñado, contribuirá a mejorar la transmisión de información biomédica desde el lugar donde se produzcan los accidentes. Los médicos contarán con un equipamiento especial para la transmisión de datos desde puntos geográficos de muy difícil acceso, suministrando una información que hará que la atención a los accidentados sea más eficaz'.
Rojas indica que 'los contenidos que generará este programa están siendo diseñados para soportar e impulsar nuevas líneas de negocio en pequeñas y medianas empresas tecnológicas instaladas en Aragón, lo que supone un importante valor añadido'.
'Las lesiones que venimos atendiendo con mayor frecuencia', explica el doctor Avellanas, 'son fracturas de las piernas e hipotermias. La obligada inmovilización de los accidentados en tanto llega el equipo de rescate puede acarrear complicaciones accesorias graves si el excursionista no ha tomado unas precauciones mínimas en su avituallamiento'.