La banca de inversión anima a tomar posiciones en Bolsa
El seguimiento pormenorizado de las diferentes recomendaciones efectuadas por la gran banca de inversión en las últimas cuatro semanas arroja novedades importantes respecto a lo que ha dominado este capítulo en meses anteriores. Se ha pasado de un sesgo neutral, dubitativo, incluso con inclinaciones bajistas, a otro alcista y sin ambages.
Hay en la situación actual, además, un cambio apreciable en la terminología que utilizan los que manejan los hilos de las Bolsas mundiales. Se observa el aborrecimiento de las palabras compra y venta frente al dominio absoluto de los precios objetivos. Lo que manda ahora en los comunicados a los mercados es la elevación de los precios objetivo por acción. Luego, en un cuerpo menor se añade la recomendación correspondiente.
Cuando el lunes Lehman recomendó Telefónica, lo hizo con la elevación del precio objetivo desde los 12,5 euros hasta los 15, es decir, un 25% más de una sola tacada. Aparte de la significación que esta recomendación tiene para el mercado español por el peso de la compañía de telecomunicaciones en el Ibex, lo destacado por los observadores es el salto espectacular en el precio objetivo. Lo mismo hizo a continuación con Repsol. Ya estamos, por tanto, ante dos grandes valores del mercado.
La historia del alza de los precios objetivo comenzó hace dos meses en Wall Street, justo cuando los analistas y estrategas de otros tantos bancos de inversión manosearon los datos empresariales del tercer trimestre del año. Las alzas en las proyecciones se generalizaron y todo hace suponer, a decir de los más inquietos especialistas, que la moda se trasladará a Europa de la mano de esos mismos bancos de inversión.
Lo de Telefónica y Repsol sería, así, el inicio de un movimiento de mayor envergadura, como esa primera piedra que se tira a un lago de aguas tranquilas. Vendrá más y, como norma, valores de gran peso en el índice.
Optimismo franco-alemán
El crecimiento económico es el motor de las Bolsas. Por eso, los analistas siguen con especial interés las últimas referencias económicas. Sentimientos contradictorios ha suscitado, así, el acuerdo entre el Gobierno y la oposición alemana sobre la Agenda 2010, especialmente con relación al recorte de impuestos para 2004. Según el Gobierno, el adelanto de impuestos (menos de la mitad de lo previsto y con recorte de subvenciones) supondrá un impacto positivo en el crecimiento que va de un 0,2 a 0,6 puntos del PIB. Los expertos consideran las medidas como un primer paso correcto para aumentar el crecimiento potencial de Alemania. Uno de los siete institutos de previsión alemanes han considerado que el crecimiento puede superar el próximo año el 1,7%. Al mismo tiempo, el Gobierno francés, en su Plan de Estabilidad publicado el lunes, anticipa un crecimiento promedio del 2.5% anual para los próximos años.