El Pentágono amplía la revisión de los contratos con Boeing
Tras dejar en suspenso el contrato de compra y léase de los 100 aviones 767 cisterna de Boeing, el Pentágono ha ampliado las investigaciones sobre contratos cerrados con la empresa durante el periodo en el que Darleen Druyun estuvo en su oficina de compras. Druyun participó en la negociación de los aviones cisterna cuando ya negociaba su paso a Boeing. Los conflictos éticos aflorados con esta controvertida negociación han acabado con el puesto en Boeing de la propia Druyun, Michael Sears, su director financiero, y el del propio presidente, Phil Condit, unos días después.
Entre los contratos que pueden ser revisados, el periodico The Wall Street Journal aseguraba ayer que se incluye uno valorado en 278 millones de dólares que fue aportado a la OTAN. La llamada smart bomb adquirida el pasado verano y varios acuerdos para programas espaciales están bajo la lupa del Pentágono con quien Boeing dice cooperar completamente.
La empresa, presidida desde principios de mes por Harry Stonecipher, ha entregado ya documentos y correos electrónicos al Pentágono, que investiga además, en particular, a Druyun, quien proporcionó información sobre la competencia en el contrato a Boeing y no se recusó de su papel en el tiempo especificado por Defensa.
Estas investigaciones son críticas para la empresa, ya que la cancelación del contrato de los 767 significaría el cierre de la línea de producción de este avión y complicaría la misión de Stonecipher de enmendar las relaciones con el Pentágono.