Cibercafé para bolsistas

Antonio reconoce que engaña a su mujer con la Bolsa. No está bien visto en su casa que se juegue cientos de euros cada día en el parqué. No es que mienta del todo, pero no dice toda la verdad y si pierde 100 euros reconoce 50 euros. Eso sí, emplea la misma táctica cuando gana y así al final la caja está equilibrada. Prejubilado con 52 años, acude desde hace poco cada mañana a la sala de Bolsa intradía que la compañía Cortal Consors tiene en Sevilla para 'matar el tiempo'.

En la sala pronto salta a la vista que todos se conocen y forman una especie de segunda familia. La mayoría de ellos se dedica exclusivamente a la inversión en Bolsa, preferentemente en warrants. Con este tipo de opciones falta el tiempo para presionar el botón de compra y de venta. Se juega sólo a adivinar si un valor sube o baja en los segundos siguientes. Gana si acierta.

'¡Cachis en la mar, se me ha ido!'. Un grito anuncia una operación fallida de otro inversor. Simplemente el ordenador se le colgó en el momento de dar la orden de venta. Cien euros menos por culpa de la tecnología y mirada incisiva a José Julio Briones, el gerente de la sala. Cortal Consors ofrece el servicio completo, con las pantallas y el software que permite comprar y vender. Así es la vida del trader en warrants. Hay que estar muy atentos a la pantalla y ni por esas.

El perdedor se arruina, pliega el asiento y se marcha sin decir ni mu

A Manuel de la Rosa no se le escapa una. De pronto deja de hablar y traspasa la pantalla con la mirada: coloca el puntero del ratón sobre la orden de compra y en el momento justo dispara. Pero ahora viene lo peor: tiene que vender lo comprado: pasa treinta segundos sin respirar, el puntero se funde con el botón de venta: ¡Click! 'Acabo de ganar 100 euros'. En este caso se trató de una put (otorga a su tenedor el derecho, que no la obligación, a vender un valor) sobre Repsol. Cuando acabe el día habrá hecho once operaciones ganadoras. Corran a por la calculadora. De la Rosa se lesionó la rodilla tras años en trabajos que requieren esfuerzo físico. Durante la convalecencia alguien le metió el gusanillo. Dejó el trabajo y vive de los warrants.

'¡No es justo que se lleve una imagen que no es real de aquí!'. Antonio Lagares interrumpe el reportaje desde su oscuro escaño: 'Por esta sala ha pasado cinco veces más gente de los que estamos'. ¿Qué ha ocurrido con los demás? La respuesta es casi al unísono y todos coinciden mirando al suelo: la mayoría se ha arruinado y el mismo día de su ruina plegó el asiento y se marchó sin decir ni mu. Al perdedor dejan de verlo de pronto. Nunca se despide. Se respira cierto aroma vergonzante. Los que se ven ahora son los supervivientes. A eso se refería Lagares, un ex comercial de 37 años que se sintió capaz de dejar la empresa para la que trabajaba y se dedica en exclusiva al trading. Lagares afirma que se puede llegar a ganar 84.000 euros al año con operaciones intradía.

Aunque parezca mentira, el que no va ganando es Antonio Curiel, de 42 años, ex croupier del Gran Casino de Barcelona. Curiel admite que lleva perdidos 4.000 euros desde que entró. Para él hay claras similitudes en cuanto a la intensidad entre invertir en Bolsa y la ruleta francesa que manejaba en el casino. 'El que viene a ganar poco acaba ganando, pero el que viene a tratar de sacar una tajada grande pierde', afirma. 'El secreto está en saber parar y conformarse con ganar poco cuando crees que puedes ganar mucho', afirma. 'Claro que vienen ludópatas', y los reconoce al vuelo, asegura. El que lo tiene claro es A. A. Este jugador posee 'varias empresas', pero asegura que está 'harto de depender de mis trabajadores'. Así que ha sacado 60.000 euros del banco que está dispuesto a invertir en aprender a jugar a warrants y dedicarse a ello. Lleva perdidos 5.000 euros, pero cree que aprende rápido al lado de Lagares.

Reglas para ganar. El decálogo del 'trader'

Las diez reglas para reducir riesgos y maximizar el beneficio en el intradía son, según Cortal Consors, las siguientes:Reconocer el comportamiento tendencial del mercado. El mercado se mueve en tendencias. Actuar a favor de la tendencia es menos arriesgado.Limitar las pérdidas. Dejar correr los beneficios. Si se está en el lado malo del mercado, lo más probable es que las pérdidas crezcan. Si la posición es ganadora, dejar correr, al menos, parte de la misma.Seguir al mercado. Anticiparse implica asumir un riesgo adicional que disminuirá el porcentaje de aciertos. Controlar el riesgo. El riesgo de una operación no debe superar el 3% del capital en cuenta. Para ejecutar un stop, dar una orden condicionada de protección con cada movimiento.Seleccionar las operaciones. Para abrir una posición el cociente rentabilidad/riesgo debe ser superior a 1,5 veces.Sobreponderar la liquidez a la volatilidad. Una alta tasa de volatilidad en un valor suele deberse a su baja liquidez. El riesgo de manipulación es mayor.Usar un plan de actuación. Fijar un plan de entrada y un plan de salida (tanto con stop como con objetivo cumplido).Primar el análisis técnico. Muchas veces al conocerse la razón fundamental de un movimiento, éste ya ha finalizado.Escoger un sistema y respetarlo. Hay que simular el sistema antes de probarlo en el mercado real. Realizar un seguimiento objetivo. Es muy recomendable llevar un diario de operaciones que nos permita aprender de nuestros propios errores.