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Cooperativas

La cara más desconocida de la banca

Desconocida y poco reconocida, así es la tercera pata del sistema financiero. Las cooperativas de crédito hacen una silenciosa pero eficaz competencia a bancos y cajas de ahorros, sobre todo a los primeros, que en los últimos tiempos se han dejado comer terreno por unos competidores bien pertrechados con ofertas de créditos mas atractivas. Por activos, son el sexto grupo financiero del país, por delante del Banco Sabadell.

Veintitrés cajas rurales (cooperativas que nacieron con vocación de servicio al ámbito agrario) decidieron en 1989 aprovechar que la unión hace la fuerza y dejaron el Banco de Crédito Agrícola para crear la Asociación Española de Cooperativas de Crédito, hoy Asociación Española de Cajas Rurales (con 75 entidades). En los últimos 14 años, el avance de este sistema de banca cooperativa -que también incluye cajas de profesionales asociados, como la Caja de Ingenieros- ha sido lento pero imparable.

De porcentajes residuales hace años ha pasado a controlar el 5,5% de los créditos a particulares y empresas y el 6,8% de los depósitos. Y en dos años ha logrado arañar medio punto de cuota a bancos y cajas, según los datos estadísticos de junio del Banco de España. 'Cada décima más es un triunfo en nuestro caso', apuntan en la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito.

En 10 provincias tienen más del 15% del negocio de préstamos y en cuatro de ellas más del 25% (Almería, Navarra, Soria y Zamora). Uno de sus feudos indiscutibles es Guipúzcoa, con Caja Laboral (de Mondragón Corporación Cooperativa) al frente y una cuota del 18,5% en créditos y del 17% en depósitos, aunque aún no ha quitado el liderazgo a la Kutxa.

En Almería, sin embargo, Cajamar (primera en Almería y Málaga) ha logrado batir a bancos y cajas y copa el 36,5% en créditos y el 50,3% en depósitos. Ha sido la que ha apostado más fuerte por la expansión en Madrid y el arco mediterráneo. 75 oficinas más este año, además de las 17 que compró a Citibank, y otras 50 el próximo. El resto, casi todas, sigue aprovechando su parcela local.

El pacto de no invasión y las fusiones

Como algunas cajas (las vascas, por ejemplo), las cooperativas de crédito tienen un pacto tácito de no invasión del territorio de otros con la apertura de sucursales. æpermil;sta es una de las razones por las que una mayoría de entidades en el grupo Caja Rural (en realidad funciona como una alianza, no como grupo consolidado) rechaza que Cajamar abra oficinas fuera de su área. Esto, y su negativa a aportar más dinero a una filial conjunta, provocó la decisión de expulsarla del grupo. El conflicto ahora está en los tribunales.Es una muestra de que las cooperativas quieren exclusividad y autonomía en sus zonas de origen. Y éstos han sido precisamente los escollos en el eterno debate de afrontar una megafusión o consolidar balances, salvaguardando la independencia, para crear realmente el sexto grupo financiero del país. Tras cinco fusiones en tres años -Cajamar, las rurales de Huelva y Sevilla, la unión de las valencianas en Rural Caja y dos uniones en Aragón- no se vislumbran nuevos movimientos. Las rurales prefieren la cooperación a la unión.

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