Monovolúmenes para grandes familias
Chrysler con el Voyager, Citroën y el C8, Kia con su Carnival, Renault Espace IV y Seat Alhambra son los principales protagonistas en el escenario de los grandes monovolúmenes.
Todos disfrutan de mecánicas de gasolina, pero donde se decide la cuestión es en el ámbito del gasóleo. Su elevado peso y enorme superficie frontal sólo se equilibran con mecánicas de menor gasto. El consumo austero ya no es sinónimo de rendimiento escaso y todos permiten elevados cruceros, incluso cargados hasta los topes.
Más allá del precio, la elección puede basarse en la dinámica o la terminación. En el primer apartado, el Renault Espace es líder indiscutible y además tiene un elevado estándar de seguridad. Muy cerca, los Citroën C8 y Seat Alhambra. El primero muestra buen compromiso entre confort y estabilidad; el segundo, con buena pisada, se balancea más en rutas sinuosas. Ahí, Chrysler Voyager y Kia Carnival no son muy brillantes.
En acabados, el americano juega una baza de impresión (piel, apliques de madera e instrumentación retro), si bien su plástico no exhibe el rigor del que, por ejemplo, monta el español. Y es que el Alhambra ofrece un habitáculo impecable (austero, pero sólido) y su puesto al volante es el mejor de la categoría. Algo así pasa con el Citroën C8 que, como en el Chrysler y el Kia, cuenta con puertas traseras correderas y abatido eléctrico.
El coreano Kia, más sencillo que sus competidores, no pasa por ser el que aplica soluciones más versátiles. A cambio, con dos ocupantes tiene 3.320 litros de maletero, casi como el C8, y el Renault se contenta con 2.860 (3.050 en la versión más larga), y el seat, con 2.610. Además, su precio es competitivo, y puede llevar instalado DVD, al igual que sus rivales.
Renault es líder en dinámica, Chrysler tiene un acabado de impresión y Seat ofrece el mejor puesto al volante