Multa de 101 millones a los miembros de un cartel
El comisario de Competencia, Mario Monti, no parece haberse arredrado por la sentencia que ayer anuló su multa a Volkswagen. A propuesta del italiano, la Comisión Europea impuso ayer cinco nuevas sanciones, por un valor total de 101,44 millones de euros, a otras tantas compañías del sector de componentes eléctricos.
La Comisión, 'tras una investigación minuciosa que se inició en septiembre de 2001', considera probado que las empresas mantuvieron un cartel secreto entre octubre de 1988 y diciembre de 1999. Durante 11 años, las empresas que controlan el 93% del mercado europeo de productos eléctricos de carbono y grafito (un componente presente, por ejemplo, en automóviles, aspiradoras o máquinas de afeitar) pactaron aumentos de precios, medidas para frenar la competencia de compañías extracomunitarias y tácticas para sacar del mercado a los pocos competidores restantes.
Los integrantes del cartel eran las compañías Carbone Lorraine (43 millones de multa), Schunk (30,8 millones), SGL (23,6 millones), Hoffmann (2,8 millones), Conradty (un millón) y Morgan Crucible (perdonada por su colaboración en la investigación). El historial de algunas ya incluye otras sanciones de la Comisión por repartirse el mercado de otros productos. SGL, que atraviesa una difícil situación financiera, ya ha encajado un total de 131 millones de euros en multas de la Comisión. La factura para Carbone Lorraine asciende a 50 millones, y eso que la multa de ayer se redujo un 40% por su colaboración en la investigación.