Renace el rascacielos
El mayor proyecto de construcción de los últimos 10 años. El edificio más caro de la ciudad, 2.200 millones de dólares. El crédito más alto para financiarlo, 1.300 millones de dólares. El apartamento por cuyo metro cuadrado se ha pagado más en Manhattan, 45 millones de dólares por 1.100 metros (más otros 15 millones para vestirlo) desembolsados por un banquero británico.
Pese a la carga emocional del atentado de las Torres Gemelas, el Time Warner Center (TWC), en Manhattan, de 80 pisos, está listo para ser inaugurado con alfombra roja. Y es literal. El 1 de diciembre abre oficialmente sus puertas uno de los inquilinos del edificio, el hotel Mandarín Oriental y ya tiene reservas para 44 bodas y 16 bar mitzvahs. Luego llegarán las tiendas, casi todas de lujo; los restaurantes, con reputados cocineros, y en abril de 2004 comenzarán a llegar los ejecutivos de Time Warner y la cadena CNN, que hace de este coloso su sede en Nueva York.
En otoño de 2004 está previsto que se complete la actividad de este rascacielos con la inauguración del auditorio de Jazz del Lincoln Center, del arquitecto Rafael Viñoly. El 90% de las viviendas está ya reservado.
El TWC ha sido creado por David Childs, el mismo arquitecto que después de haber presentado proyectos para la zona durante años sin éxito ahora está enmendando los planos del ganador del proyecto de reconstrucción de la Zona Cero, Daniel Libeskind.
El superlativo del que tanto vive y disfruta Nueva York es imprescindible para hablar del TWC, el edificio que en los últimos tres años se ha levantado, laboriosamente, mientras se vieron caer las Torres Gemelas.
Entonces se empezó a pensar dos veces en la necesidad de que la ciudad más vertical del mundo siguiera buscando espacio en las alturas. La aprobación del proyecto Libeskind para la Zona Cero, con rascacielos y una imponente torre, conjuraba un miedo que metro a metro iba disipando el TWC.
Ahora este nuevo edificio se ha equipado de elementos de seguridad especialmente pensados para los bomberos y la policía, además del mantenimiento de las telecomunicaciones tras las lecciones aprendidas en las torres derribadas y, pese a que no guste a todo los habitantes de la ciudad, significa un espaldarazo emocional al rascacielos.
Tras el TWC, de 229 metros de altura, se van a ver levantar otros colosos, aunque es posible que ninguno haga sombra a lo perdido. La torre de la Libertad de Libeskind en la Zona Cero tendrá 541 metros; la Torre Bloomberg, que se inaugura el año que viene con 260,8 metros; la 7WTC de la Zona Cero, y la de The New York Times, con 260 metros, y que tiene previsto abrir sus puertas en 2005, aunque ahora el lugar donde se levantará lo sigue ocupando un videoclub de películas para adultos.
Los edificios más altos de España
El rascacielos más alto de España es, por el momento, un hotel de lujo. La inauguración del Gran Hotel Bali de Benidorm, una vanguardista torre de 210 metros de altura y 18.880 metros cuadrados de superficie, desbancó en 2002 al hasta entonces edificio más elevado del país, la madrileña Torre Picasso.El liderazgo del hotel alicantino, sin embargo, no va a durar mucho. Madrid aguarda la finalización de cinco grandes proyectos de rascacielos, todos ellos con alturas de entre 215 y 250 metros. La Torre Repsol (250 metros), la Torre de Cristal (250 metros), la Torre Espacio (220 metros), la Torre Vallehermoso (215 metros) y la Torre Puerta del Mediterráneo (220 metros) convertirán la capital en el techo arquitectónico de España. Las cuatro primeras se elevarán en los terrenos de la Ciudad Deportiva del Real Madrid.