Coches hechos a mano en España
Juan Hurtado y José Antonio Martínez se lanzaron a finales de la década pasada a cumplir un anhelo simple y complejo a la vez: ver circular por las calles automóviles fabricados por ellos mismos. Igual que en Tucker, un hombre y su sueño, la película de Francis Ford Coppola en la que Jeff Bridges interpreta a un hombre que tras la II Guerra Mundial decide fabricar el coche de sus sueños. En este caso, sin embargo, el guión no transcurre en EE UU, cuna del automovilismo, sino en Andalucía y en Murcia.
Hurtado es un almeriense de 60 años curtido en cadenas de montaje de la Seat y en su taller de carrocerías. Martínez, murciano de 42 años, le debe su experiencia a la filial francesa de la Ford, donde trabajó hasta 1999. Los dos aseguran que han renunciado a buena parte de sus ingresos y han sacrificado ahorros para montar Hurtan y Comarth, sus compañías. Ambas han recibido el beneplácito de la industria y los consumidores después de una inversión, entre ambos, de unos 3,3 millones.
Juan Hurtado, dueño y fundador de la compañía granadina Hurtan, da empleo a 16 personas. La empresa produce 60 coches anuales de los tres modelos que posee en catálogo y cuenta con una lista de espera de 20 candidatos en España y Europa. En total, ya circulan 300 coches fabricados en su planta granadina, montados sobre los motores de los Renault Clio. Hurtado calcula que desde que empezó a rodar Hurtan en 1994 ha invertido 'entre 200 y 300 millones de pesetas', es decir, de 1,2 millones a 1,8 millones de euros.
'No pararemos hasta hundir a la Renault', afirma irónico Juan Hurtado, fundador de Hurtan
José Antonio Martínez, dueño del fabricante murciano de deportivos de lujo Comarth, da empleo a 13 personas. La compañía prevé fabricar un máximo de un centenar de unidades al año para el mercado nacional, todas equipadas con mecánica Ford. Una oferta insuficiente dada la demanda, que asciende a 1.500 coches sólo en EE UU, según las cifras de Martínez. Todo ello ha sido posible gracias a una escueta inversión de 1,5 millones desde 2000. Un dinero salido de su bolsillo (y el de su entorno), al no poderse hacer efectivas las ayudas prometidas por el Ejecutivo autónomo.
Tras la estela de Hurtado y Martínez se ha situado Vexel, una empresa radicada a caballo entre Badajoz y Madrid que desde principios de año fabrica el único coche del mundo equipado con motores diésel para conductores con discapacidades físicas. La empresa emplea a 25 personas y ha producido 106 coches. La inversión total, 10 millones, aportados mayoritariamente por Nadop (formado por un grupo anónimo de inversores); y en menor cuantía por Corporación Empresarial de Extremadura (con capital de 22 empresas, como El Corte Inglés, el SCH o Iberdrola) e Iniciativas Pacenses. La sociedad ya cuenta con acuerdos para expandirse a EE UU, Japón, Italia y Reino Unido. En España tiene 10 concesionarios.
La lista se completa con la fábrica andaluza Santana Motor, propiedad al 99% de la Junta. Actualmente, la factoría de Linares produce un modelo propio, el Aníbal, ya que el resto son licencias de Suzuki. La compañía está en una encrucijada, una vez que Suzuki ha decidido asumir la comercialización de sus propios modelos. El acuerdo estará vigente hasta 2006, informa J. M. Muñoz.
Las carreras profesionales de Juan Hurtado y José Antonio Martínez han seguido caminos parecidos. Ambos dieron portazo con su trayectoria e invirtieron todo su tiempo (y dinero) en su nueva compañía. Hurtado, por ejemplo, ya era encargado a los 20 años de una cadena de montaje en la factoría de Seat en Barcelona a la que llegó cuando tenía alrededor de 13 años. En 1967 marcharía a Granada. Allí montaría un taller de chapa, en cuyas instalaciones crearía su primer coche un año más tarde. Sin embargo, el salto definitivo sólo llegó en los noventa, cuando un amigo le pidió un coche para mostrarlo junto a su stand en una feria empresarial de Granada 'para llamar la atención'. Al día siguiente, el coche apareció en la mayor parte de periódicos de Andalucía. Dos años más tarde, la feria Retromóvil le daría el espaldarazo definitivo.
Martínez, por su parte, abandonó en 1999 la gestión comercial de un concesionario de Ford en París para establecer su propia fábrica en Murcia y la intención de 'generar riqueza' en su ciudad natal. El primer modelo data ese mismo año, aunque la presentación oficial de la compañía no fue hasta el Salón de París de 2002, donde presentó el prototipo del Xtamy. El camino de Martínez hacia su 'sueño' no ha sido todo dulce. La 'parte amarga' la trajo el no cumplimiento de las expectativas de apoyo del Gobierno autónomo.
Menos empleo
Esta circunstancia ha impedido, según Martínez, 'cubrir de puestos de trabajo' los 1.700 metros cuadrados de fábrica de que dispone (para cuya expansión se invirtió un millón de euros) y la creación de unos 200 empleos para producir en España los coches que se venderán fuera. Así, se han cedido los derechos de fabricación en el extranjero a modo de franquicia, por lo que lo que se produzca aquí se venderá sólo en España y Portugal. Ya ha llegado a acuerdos en EE UU, que producirá para todo el continente, y en el Reino Unido, que lo hará para todos los países en los que se conduzca con el volante a la derecha. Un apoyo institucional que no le ha faltado a Vexel, ya que la Junta extremeña se implicó desde el principio en el proyecto. Hurtado no ha pedido subvenciones a ninguna Administración.
Los tres fabricantes afirman la viabilidad de sus apuestas -a diferencia de lo que sucedió con la aventura de Tucker-. Vexel espera vender hasta 400 unidades del Quovis en 2004 y 1.000 más en 2005. Comarth alcanzará las 100 unidades fabricadas para España, y la rentabilidad no más tarde de verano. Juan Hurtado, gerente de Hurtan, sitúa sus previsiones en un futuro más amplio. 'No pararemos hasta hundir a la Renault', asegura con ironía.
Modelos
Hurtan albaycin Lujo sobre un ClioEs el nuevo lanzamiento de la empresa granadina. Montado sobre motores del Renault Clio, de 60 CV y 80 CV. La velocidad oscila entre 140 y 170 km/h.Los precios de los coches fabricados por Hurtan oscilan entre 24.000 y 30.000 euros. El Albaycin, por ejemplo, tiene un precio de poco más de 27.000 euros.Los clientes tipo de la compañía andaluza suelen ser hombres de más de 50 con un nivel económico medio-alto.Vexel quovis El modelo integradorEste modelo permite el acceso al interior del vehículo a través de una rampa desde la parte posterior del vehículo. El asiento del piloto es convencional. Se fabrican dos versiones: una con un motor diésel de 505 cc (alcanza 45 km/h) con un precio de 12.000 euros. El L8 llega a los 70 km/h y cuesta en torno a 15.000 euros.Comarth Xtamy El deportivo españolEl modelo estrella mide 3,6 metros, tiene una potencia de 145 CV y alcanza los 100 km/h en 6,5 segundos.El Xtamy cuesta 34.900 euros; el modelo Racing vale 39.900 euros y competirá este año en el campeonato de España de Gran Turismo.