La carrera por el nuevo Ford GT de Le Mans
Entre 1964 y 1969 un coche con una línea revolucionaria que apenas levantaba 40 pulgadas del suelo arrasaba en las 24 Horas de Le Mans. El Ford GT lucía su estilizada figura por los principales circuitos en las carreras de resistencia y lograba campeonatos del mundo, pero lo más importante es que levantaba pasiones entre los aficionados. Hoy, 34 años después de aquellas gestas, las líneas de producción de Ford vuelven a trabajar en el montaje de este mítico coche. Serán sólo 4.500 unidades las que se fabricarán. Y de ellas sólo 101 se venderán en Europa.
Ford anunció a primeros de este año que iba a fabricar una nueva versión del GT. Quien deseara tener uno tendría que confiar en la multinacional del óvalo, pues los pedidos se iban a hacer mucho antes de que el coche estuviera listo para ser probado. Empezó así una carrera en la que los futuros conductores corrían por delante de los vehículos. En Europa sólo se iban a vender 80. En este periodo y hasta el pasado viernes, que acababa el plazo para hacer el pedido, Ford Europa ha recibido más de 2.000 peticiones, una expectación de la que sólo pueden presumir Ferrari o Porsche cuando lanzan alguno de sus modelos exclusivos.
Ayer Ford Europa comunicó que ante el interés despertado prorrogaba hasta el próximo 7 de diciembre el plazo para optar a un GT e incrementaba en 20 el total de unidades previstas para el mercado europeo. En España, según fuentes de la filial de Ford, hay contabilizadas hasta la fecha al menos cuatro peticiones. 'Puede que haya alguna más que se haya remitido directamente a través de Internet a Ford Europa', matizó la compañía.
En España, al menos cuatro personas han solicitado un Ford GT. Un comité, liderado por el presidente de la marca en Europa, será quien elija a los 'afortunados'
El coche costará en EE UU alrededor de 150.000 dólares, aunque en Europa esta cantidad podrá incrementarse ligeramente por los costes del transporte y por la adecuación del vehículo a la normativa europea. El precio no es desorbitado, pero lo difícil es ser el elegido para pagar y por tanto para ponerse tras el volante del deportivo. Los interesados tienen que rellenar un formulario en el que se preguntan cosas como cuál es el uso que se le va a dar al coche (conducirlo regularmente, competir, añadirlo a una colección, revenderlo), si se tiene experiencia en conducción deportiva, o qué vehículos tiene o ha tenido. Además, se pregunta al hipotético comprador si está dispuesto a prometer no revenderlo. Cuando concluya el plazo, los interesados en el vehículo recibirán los nuevos pasos que deben seguir para optar al premio final. Al final, como habrá más solicitantes que coches, será un comité de selección, encabezado por el presidente de Ford Europa, Lewis Booth, y sus ejecutivos más próximos, basándose en una serie de criterios, quién decida a los que merecen tener entre sus manos los 500 caballos de potencia que desarrolla el motor del GT.
El actual Ford GT y su antecesor comparten una línea similar, pero el nuevo modelo es casi 60 centímetros más largo y 12 más alto. En el interior se ven los paneles de aluminio limpios y los grandes relojes así como los interruptores del modelo original se han modernizado. Con todo, el nuevo Ford GT mantiene el espíritu y la imagen de su los días en que Henry Ford II lo lanzó a rodar por el asfalto.