Sony, en vilo tras la entrega de Michael Jackson
Charles Kappleman, portavoz de Sony para los negocios relacionados con Michael Jackson, afirmó ayer que la compañía no quería hacer comentarios sobre la situación del cantante, que estaba en busca y captura desde el miércoles. Jackson se entregó anoche a la policía en Santa Bárbara (California). La fianza impuesta por el juez es de tres millones de dólares. En un momento de fusiones en la industria discográfica, Sony sigue a cierta distancia, aunque en vilo, las nuevas acusaciones por abusos sexuales a menores contra la estrella de la música, a juzgar por cómo las Bolsas reaccionaron ante unos cargos que salían a la luz en el momento del lanzamiento del último álbum del artista, Number Ones. En la Bolsa de Nueva York, la acción de Sony cerró ayer a 33,77 dólares, con una pérdida del 1,75%.
El disco salió a la venta el mismo día en que la policía registró su rancho de Neverland. Y lo cierto es que la relación de Jackson, de 44 años, con su casa de discos nunca ha sido ni buena ni fácil. De hecho, a pesar de que le queda un álbum más que producir antes de que acabe el contrato con Sony, ya en 2002 Jackson estaba negociando la rescisión. Jackson llegó a enfrentarse con el que era presidente de la división musical de la discográfica, Tony Mottola, ya que creía que su disco Invincible, de 2001, había tenido una promoción insuficiente.
Sony no quería añadir dinero a una campaña que le costó 25 millones de dólares y más aún cuando Invincible alcanzó su techo de ventas en los dos millones de copias, muy por debajo de las expectativas y a gran distancia de los 23 millones de discos que vendió en 1982 Thriller, el álbum que le consagró como la mayor estrella del pop. Pero la música y el espectáculo hacen que el estrellato sea efímero incluso para Jackson, de quien se afirma que está en bancarrota y que, en los últimos años, mantiene un fastuoso tren de vida gracias al negocio de publicaciones que mantiene al 50% con la propia discográfica Sony Music Entertainment. Se trata de la edición de los catálogos de las canciones del propio Jackson, además de unos 250 temas de The Beatles y algunos de Elvis Presley. Según explicaba ayer The New York Times, ambos socios han estado negociando el reparto de esta empresa, ya que el cantante quería un plazo de tres años para retomar la propiedad total de su catálogo personal cuando en el contrato se especificaba un plazo de siete años.
Las acusaciones contra Jackson no son las primeras en su biografía, y ya están haciendo mella en la promoción del disco: la CBS canceló un programa dedicado al artista.
Sony se negó y la capacidad negociadora del cantante perdía fuerza porque Jackson ya vivía del crédito para mantener un tren de vida anual de cuatro millones de dólares. Antes de 2002 obtuvo un préstamo de 240 millones de dólares que avaló parcialmente con su participación en la empresa conjunta y que Sony garantizó basándose en los ingresos futuros, según revela el diario neoyorquino, citando fuentes cercanas a la compañía.
Si el creador de Thriller no pudiera hacer frente al crédito en el futuro, Sony tiene derecho preferente a hacerse con ese catálogo, valorado entre 700 y 1.000 millones de dólares, según la revista Vanity Fair.