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El pulso exterior

El dinamismo de la exportación

José Manuel Fernández Norniella destaca la buena evolución del sector exportador en un contexto internacional desfavorable y el cambio estratégico de las empresas orientado a la mejora de la calidad y del servicio

Las empresas españolas prevén aumentar considerablemente sus ventas exteriores durante los próximos tres meses después de un año muy irregular para la actividad exportadora. Una expectativa especialmente tranquilizadora si tenemos en cuenta que el nivel de comercio mundial es todavía bastante reducido. De hecho, la semana pasada la Organización Mundial del Comercio anunciaba que los intercambios de bienes y servicios aumentarán sólo un 3% este año, aunque se acelerarán en 2004.

Según el indicador de confianza empresarial, elaborado por las cámaras de comercio a partir de las respuestas de 3.500 empresas, el incremento de casi nueve puntos en el índice se basa, principalmente, en el aumento de sus exportaciones. El 87% de las empresas confía en incrementar o mantener sus ventas al extranjero en el último trimestre del año. La clave de este comportamiento hay que buscarla en la notable mejoría del sector industrial, fuertemente orientado al exterior y cuyas sociedades, con un tamaño suficiente para competir más allá de nuestras fronteras, aumentan paulatinamente su cuota de mercado.

El optimismo generalizado no es suficiente para eliminar los riesgos, en especial el que se deriva de la evolución del tipo de cambio euro-dólar. La moneda europea se ha apreciado desde el segundo trimestre de 2002, influyendo, directamente, en las exportaciones de la zona euro.

No obstante, el efecto que la apreciación ha tenido en las compañías españolas es limitado, hasta el punto de que, según datos de las cámaras de comercio, la mayoría de sociedades considera que ni tiene ni tendrá efecto directo en su actividad. Hay que destacar la estrategia de nuestras empresas basada en la mejora de calidad y servicio frente a la ganancia de competitividad generada por el bajo precio de los productos de países situados fuera de la zona euro.

Sobre la base del escenario económico expuesto anteriormente, y teniendo en cuenta los cambios que se están produciendo en la economía internacional, las perspectivas a medio plazo invitan a la esperanza. En el caso exportador, el positivo avance de las ventas exteriores de España durante el primer semestre del ejercicio, junto a las favorables perspectivas de reactivación de la actividad económica mundial y la reducción de incertidumbres proporciona una sólida base para el progresivo aumento de cuota de mercado.

Las previsiones de las cámaras apuntan a que las exportaciones españolas alcanzarán un crecimiento en 2004 del 6,7%. En el caso de las importaciones, el aumento será del 6,9%. En ambas variables, muy por encima de las previsiones de la OMC.

El sector exportador español viene mostrando un elevado dinamismo en un contexto desfavorable. El crecimiento de la exportación en términos reales entre enero y julio de 2003 se ha situado en el 7,8%, superior al crecimiento de la economía española y del comercio mundial, lo que nos permite recuperar cuota de mercado.

Presidente de las Cámaras de Comercio de España

La clave hay que buscarla en la notable mejoría del sector industrial, fuertemente orientado al exterior

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