Japón recupera algo de aliento
Japón ha vivido durante los últimos 14 años un proceso de estancamiento económico completamente inusual entre países industrializados. Hace ya tanto tiempo que estalló la burbuja japonesa que casi se ha perdido la memoria. Aunque merece la pena recuperarla no sólo por lo que tiene de lección de historia, sino por lo curioso de la sincronización: apenas comenzado el año 1990 estallan de manera simultánea las dos burbujas, inmobiliaria y bursátil, con caídas de precios durante los años siguientes que, en el sector inmobiliario, superaron el 50%, y un declive de la Bolsa que aparentemente ha terminado en marzo de esta año y que se salda con una pérdida del 80%: desde el 40.000 hasta algo menos de 8.000.
Hay muy pocos casos de caídas tan espectaculares a lo largo de los últimos 100 años. Hay que remontarse a la caída del Dow Jones entre 1930 y 1929, o, más recientemente, pensar en el Nasdaq Composite o el Dax alemán, entre 2000 y 2003. Los fondos que invierten en Japón han acumulado este año muy buenas rentabilidades tras la recuperación de la Bolsa de Tokio a partir de marzo, que ha llegado a ser del 42%. En el último mes el índice Nikkei 225 ha cedido 1.000 puntos, y eso ha hecho que los fondos, en promedio, pierdan un 5,6% de lo acumulado. A pesar de eso, la rentabilidad media acumulada en 2003 es de 16,3%.