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Paradores, el negocio público del turismo cultural

La antigua centralita telefónica del Parador de Artíes, una máquina registradora de los años sesenta, el libro de oro del Parador de Jaén o documentos históricos de la inauguración del Parador de Gredos, el primero de la cadena. Todos ellos forman parte del patrimonio artístico de más de 13.000 piezas de pintura, escultura y mobiliario de Paradores de Turismo, propiedad en su totalidad del Estado español. La aventura de turismo cultural, iniciada en 1928 y que cumple ahora 75 años, se ha transformado en un cadena de más de 9.000 camas repartidas por todo el territorio nacional. Un negocio rentable, con un 78% de ocupación hotelera, convertido en uno de los exponentes de la hostelería española.

La iniciativa corresponde al Marqués de la Vega Inclán, que en 1910 recibió el encargo del Gobierno de crear una estructura hotelera, que entonces no existía, para excursionistas y turistas extranjeros. La red hotelera se ha convertido en un instrumento 'para preservar el patrimonio histórico e impulsar el desarrollo turístico de zonas desfavorecidas'. Y durante estos años, bajo la gestión de Paradores de Turismo, se han rehabilitado 88 edificios, el 50% de ellos históricos. Y su éxito se refleja en los números. El año pasado facturó 236 millones de euros, con un beneficio neto de 17,6 millones de euros.

Con las aperturas de 2003, el Parador de Monforte de Lermos y el Parador de Lerma, se pretende impulsar los resultados hasta facturar 250 millones de euros. La intención es concluir en 2004 la inversión de 204 millones de euros iniciada hace dos años y enmarcada en un plan global de renovación de los establecimientos. Entre las futuras rehabilitaciones, que incluyen ampliar la oferta hotelera en un 14% con 10 nuevos establecimientos hasta 2005, se encuentran el Parador de Costa Da Morte, que recibirá 24 millones de euros, una de las medidas turísticas incluidas en el Plan Galicia; el Parador de San Francisco de Santo Domingo de la Calzada en un edificio de 1595, y el Parador de Lorca en una alcazaba musulmana.

La cadena, que tiene una tasa de ocupación del 78%, recibe anualmente un millón y medio de visitantes

'Hemos evolucionado de la mano de la sociedad', aseguran en Paradores. Cerca de un millón y medio de clientes visitan anualmente alguno de los hoteles de la cadena. Jóvenes, público de la tercera edad, extranjeros y empresas representan la transformación del perfil que acude a Paradores. 'El público es cada vez más exigente en cuanto al servicio y la calidad y busca lugares que proporcionen valor añadido a su ocio: actividades, deportes, cultura y gastronomía'.

Los tres cuartos de siglo de Paradores, que se celebran con la inauguración, hoy, de una exposición retrospectiva del patrimonio de paradores en el Real Jardín Botánico de Madrid, han dejado las bases para los Paradores del futuro. En concreto, la empresa puso en marcha en 2001 la denominada Área de I+D, un proyecto pionero en el sector hotelero que incluye el concepto de Aire Limpio, un sistema por el que 'los clientes pueden respirar aire absolutamente puro en las habitaciones'. La cadena hotelera aspira, además, a implantar 'habitaciones inteligentes' que favorezcan el ahorro energético, incluyan nuevos sistemas de seguridad o televisiones interactivas. 'Sin duda, ahora se valora mucho más el concepto de turismo sostenible', dicen fuentes de Paradores. La demanda de los clientes de los nuevos tiempos ha llevado también a una transformación de la oferta gastronómica aunque siempre en consonancia con la región de que se trate. En algunos establecimientos se ofrece desde desayunos con 24 variedades de entremeses hasta la oferta dietética en boga. La última tendencia es la de los restaurantes con nombre propio que comparten los espacios históricos de Paradores de Turismo.

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