La aventura de Dubuffet, en el Guggenheim
El arte habla a la mente y no a los ojos'. La declaración de Jean Dubuffet (1901-1985) es el concepto que subyace en la exposición inaugurada el pasado viernes en el Museo Guggenheim de Bilbao.
Jean Dubuffet. Huella de una aventura, analiza la diversidad creativa del autor francés y pone de manifiesto su 'incesante búsqueda y experimentación, más allá de los mecanismos culturales establecidos', según explican los organizadores de la exposición. El visitante del Museo Guggenheim (Avenida Abandoibarra, 2) tendrá la posibilidad de sacar sus propias conclusiones ante unas obras que invitan a múltiples reflexiones.
La muestra de Dubuffet, organizada por el Rupertinum Museum der Moderne Salzburg y coproducida por el Museo Guggenheim Bilbao, con la colaboración de la Fondation Dubuffet de París, ocupa las nueve salas de la segunda planta del museo. La exposición recoge a través de 160 piezas -obras sobre papel, pinturas, esculturas y litografías- la evolución de Dubuffet, desde sus exploraciones táctiles de los años cuarenta y cincuenta, que incorporan materiales ajenos hasta entonces al arte, hasta un ciclo de obras sistematizadas de los años sesenta y setenta. Por último, el Museo Guggenheim también expone sus obras más tardías y gestuales, realizadas durante la década de los ochenta.
Agnes Husslein-Arco y Caroline Messensse son las comisarias de esta exposición que permanecerá abierta hasta el 18 de abril del próximo año y que se articula en torno a dos ejes. El primero refleja todo el desarrollo de la carrera de Dubuffet a través de la obra sobre papel, mientras que el segundo reúne una selección de pinturas consideradas clave dentro de su producción creativa.
Una exposición que muestra la huella de una aventura, la aventura de pintar, la aventura que fue la vida de Jean Dubuffet.