La fuerte demanda eleva un 12% el precio de alquiler de los hoteles
La propiedad en establecimientos lastra los resultados de la actividad turística, según la opinión de las mayores cadenas hoteleras instaladas en España. Con esta premisa, consideran que el alquiler es la opción más adecuada para desarrollar su negocio en situación de crisis y hacerlo más grande para competir, según un análisis realizado por la consultora TRI Hospitality Consulting.
Precisamente 'este aumento de la demanda de alquiler y el cada vez mayor valor del suelo especialmente en el centro de las grandes ciudades están impulsando un incremento de los precios en torno al 12% en los dos últimos trimestres con respecto al mismo periodo del año anterior, apunta Marc Gual, subdirector de la consultora inmobiliaria Atis Real Auguste Thouard.
Este aumento en el pago de las rentas obedece al afán de ganar cuota de mercado y masa crítica. 'Para conseguirlo, las compañías están poniendo en marcha otros modelos de gestión diferentes a la propiedad', señala Gual.
Un estudio elaborado por TRI Hospitality Consulting y dirigido a las 11 mayores cadenas hoteleras refleja que están surgiendo modelos híbridos, como el alquiler variable. El propietario alquila el establecimiento al gestor hotelero por un plazo de hasta 20 años, como es habitual, pero con la novedad de que el inversor se llevará un porcentaje de las ventas; los gestores hoteleros pagan una renta inferior y los propietarios aseguraran los ingresos, aun en épocas desfavorables. Pero, además, se está dando un incremento del número de operaciones sale and leaseback (venta y posterior alquiler), para lograr la separación entre propiedad y gestión.
El sector hotelero está viviendo otros cambios para hacer frente a la crisis: se hacen fuertes los hoteles económicos que ofrecen servicio mínimos.
Desciende un 2% la rentabilidad
Los hoteles de España han resistido mejor la crisis que otros destinos europeos, pero, pese a ello, sus ingresos han caído un 5%. Esta situación obedece a una agresiva guerra de precios a la baja para mantener los niveles de ocupación. Este hecho unido a un mayor precio de los alquileres dan como resultado un peor rendimiento por habitación, que ha caído un 2%, hasta 59,9 euros. En el segmento de sol y playa la pérdida de rentabilidad ha sido aún mayor debido a la fuerte caída de la demanda alemana. En términos de ocupación, se ha producido un descenso del 1,2% hasta situarse en la barrera del 70%. Los precios también han bajado un 5%, hasta situarse en 70,3 euros. En general, los establecimientos han intentado capear la situación con una importante reducción de costes para evitar mayores caídas del beneficio operacional bruto, especialmente en los establecimientos de cuatro y cinco estrellas.